martes, agosto 17, 2010

Feliz Cumple Amiga

Amiga del alma, de almas tan distintas en la apariencia pero tan similares en la vida real…
El recuerdo más antiguo que tengo de ti es en el santa maría, con pelo corto, miel como sigue siendo, y tus cachirulos ridículos al lado de una chasquilla igual de ridícula. No te enojes, yo andaba con mis trenzas de carmela seguro, o con la champa al viento, o con corte de niñito y rulos como los de mis sobrinos, tu sabes, las mamás, en esa época no se preocupaban del qué dirán…
A veces pienso que lo inventé, y lo armo de las fotos que hemos vistos en estos tantos años… da vergüenza decir cuántos ya, sigo creyendo que no los aparentamos… Puede ser de la foto que tenían en el living de tu casa, o de esa que nos sacamos cuando tu ya te habías cambiado al concepción. No éramos amigas en esa época, pero por alguna razón que desconozco, pero intuyo, me abrazas en esa foto como si fuéramos yuntas.

Después, mi ansias de crecer me llevaron nuevamente a compartir curso contigo. No soporté no ser capaz de hablar en público mientras me postulaban a reina, así que se me ocurrió que la mejor terapia para mi pánico escénico era primero, hablar en cuanto acto apareciera, y segundo, aprender a convivir con hombres y mujeres. Esto de puras niñas en el curso no me estaba ayudando.

Ahí llegué… nuestro curso era nuevo, y por esas cosas del destino, me permitieron elegir si quería el A o el B. Primero dije el A, estaban ahí mis compañeras antiguas, las que se fueron contigo un par de años antes. Luego dije el B, encontré que si era nueva, tenía que entrar con los nuevos. Nunca me he arrepentido de esa decisión (me cuesta tomarlas, pero después ya no me arrepiento, tiene sus beneficios). Éramos los nuevos, pero también varios antiguos, entre los cuales encontré las mejores amigas de toda una vida.

Y ahí estabas tú, loca entera, desastrada, desordenada, conversadora, simpática, y scout! Eso debe ser lejos lo que más me llamó la atención, esa devoción por el movimiento que creo he visto sólo en un par de personas más. Nada podía ser más fiel a tu esencia que el movimiento scout. Creo que si hubiese habido una profesión del estilo, ese era tu camino. Yo en cambio, duré una semana con suerte. La primera vez que me retaron me paré en la hilacha y me retiré “indignada”. No me reta mi mamá me va a retar un viejo que se cree cabro chico con esos pantaloncitos ridículos…

No tengo mucha claridad de cómo fuimos forjando la amistad… trato de recordarlo, pero debe haber sido medio intermitente. Me acuerdo cuando nos intercambiamos las bicicletas… tú tenías una bicicross (obvio), y yo una de paseo con canasto (más obvio aún). Un sábado en alguna actividad del colegio en que tu papá y el mío seguro eran presidentes de algo, hicimos el cambio y me fui a la cancha de bicicross… a la primera me saqué la mugre y te doblé el manubrio… Ni te enojaste… al contrario, ahí ya empezaba a conocerte.

Después devolví el favor… cuando me llamaste porque estabas “detenida” por manejar la famosa bicimoto sin documentos y menor de edad… pocas veces me he reído tanto como esa vez… y mi papá, ese día se anotó como tu “abogado representante”… más me reí cuando contabas la historia… cuándo íbamos a pensar que te iban a pasar la cuenta igual al sacar licencia?

Tengo unas lagunas entre algunos años, sería que nos distanciamos sin querer queriendo? O que no éramos tan cercanas que ni lo notábamos?

Algo pasó en enseñanza media… de repente me recuerdo carreteando contigo y tu papá o tu hermano nos iban a buscar a las fiestas. Tardes estudiando matemáticas (bueno, intentando que estudiaras matemáticas) y tratando de convencerte que le pegabas al cocido… sólo faltaba paciencia… alguna vez nos sentamos juntas, y parece que comenzamos en técnicas manuales, te acuerdas?, tu adelante mío para mantenerte tranquila, al lado de la puerta de la sala… pero no había caso… de antología fue cuando te pillaron haciendo creer a la profe que tocaban la puerta… te habrás parado unas 5 veces? O exagero? Bueno, en la sexta te dijeron “Srta. Lara, cuando vuelva a abrir la puerta, ciérrela por fuera por favor”. Estallamos en risas…

Después los lleuques… estoy convencida que eso de compartir el lugar de veraneo hizo gran parte de nuestros recuerdos. Todos mis conocimientos de taca taca y pool fueron forjados entre esos veranos y mi casa, y no son pocos… encontramos nuevamente algo en común, y aunque tu mamá y la mía aún no lo entiendan, tenemos aún más cosas en común que sólo eso…

Supongo que al salir del colegio, volver a mi casa después de un semestre de desencanto en Santiago y volver a ser tu compañera de preuniversitario sólo confirmaron lo obvio, estabas destinada a estudiar conmigo!!!

Los distintos caminos y ciudades donde elegimos estar estuvieron lejos de separarnos, al contrario. La primera persona que supo de mi colon con patas fuiste tu… pobre, te pillé desprevenida y te mandé de vuelta con mis papás llorando en el camino con este notición que les soltaba su niña… Si había una prueba de fuego que pasar como amiga, fue esa… supongo que es algo que nunca voy a dejar de agradecerte.

Amiga, yo se que a ti se te olvidan los cumpleaños… te hemos retado bastante por eso, y tu sabes que a mi no se me olvidan nunca (bueno… una vez la pobre mimi… es que el último cambio de casa me superó…), y es porque creo que son importantes…
Por lo mismo que creo que son importantes, es que también creo que te debía un regalo, y como no estas acá ni yo allá para darte un gran abrazo y entregarte un regalo envuelto con cinta, te dejo acá un testimonio del que creo es el mejor regalo que nos hemos dado alguna vez: nuestra historia juntas…

En ninguna parte de este relato te identifiqué como mi mejor amiga, porque estoy segura que nunca te puse el calificativo de “mejor amiga”, lo cual agradezco, porque todas esas que si lo tuvieron hoy están más lejos que cerca…

Amiga del alma… desde el fondo de mi corazón, deseo que hoy sea más que un feliz cumpleaños, sea un lindo día… que celebres la bendición de ser tu, con tus aciertos y equivocaciones, con tus éxitos y fracasos, con tu penas y alegrías, con las experiencias que has vivido y hemos compartido, con todo lo que aprendimos de aquello, y con las nuevas oportunidades que estas descubriendo.

Cuento los días para que nos juntemos con las otras loquillas… octubre es la fecha elegida, lleva la guitarra para que cantemos y los tejidos para ver tu nueva gracia… viste que después de todo, aunque muchos se sigan preguntando cómo podemos ser tan amigas, tenemos mucho más en común de lo que alguna vez ambas quisimos reconocer.

FELICES 20 Y TANTOS MARCIA PAOLA LARA SAEZ!!!!

Tu amiga… la del “auto fantástico”