Se acaba el 2007 y en todas partes, léase noticias, programas, diarios, revistas etc, se hacen balances de todo tipo. Yo tengo mi propio balance del año que se acaba, y del cual sólo me van a quedar recuerdos, fotografías y sentimientos, que van a salir a flote cuando el recuerdo lo amerite.
Este fue un año intenso... en todo orden de cosas...
Ayer leí la columna de Warnken, la que dedicó a su hijo. Aparte de contener las lágrimas sin mucho éxito (estaba en la oficina), me llenó de sentimientos tristes... y recordé que todos hemos sufrido pérdidas este año. Ninguna se compara con el dolor de él, y no quiero que se compare jamás, pero en algún artículo que leí referente a dicha columna, alguien decía que hay que aprender a seguir viviendo con las pérdidas, pero de una forma distinta (Jodorowsky).
Empezando el año, alguien que quiero mucho vió nacer e irse, casi al mismo tiempo, a su pequeña hija enferma que esperaba con tanta ilusión. Ella, su marido y sus hijos, han vivido el 2007 con esa pena, aunque sus vidas cambiaron y guardan siempre ese dolor en lo más profundo de sus recuerdos.
Hay otros que se han ido muy lejos, a buscar nuevas experiencias, formar familia, lo que sea, y han significado una pérdida para quienes quedamos acá, sin poder abrazarlos o saludarlos en fechas tan importantes como sus cumpleaños, sin poder verlos crecer, aprender ni poder formar parte de sus experiencias vividas.
Hay otras personas con las que dejamos de comunicarnos, por distintos motivos, eso también es una pérdida. Y es una triste... aunque no irreversible como la muerte. Son decisiones que se toman a conciencia, y que implican procesos de dolor previos, a veces extensos y desgastantes. Son tristes también porque guardan un grado de esperanza de revertir la pérdida, pero cada día que pasa también mata un poco esa esperanza, provocando otro poco más de tristeza.
Todo eso, es parte de las cosas que uno no quiere recordar del año... pero que a la vez nos ayudaron a crecer, a conocernos más, a entender hasta donde puedo sola y donde empiezo a necesitar ayuda, sin avergonzanse por eso. Por esto último, creo que sí es importante recordarlas, porque enseñan mucho y ayudan a enfrentar de una mejor forma o con más herramientas, nuevas experiencias de pérdida que vamos a sufrir durante este 2008.
Lo bueno... cada día fue bueno. Aprendí muchas cosas nuevas en el trabajo, las sufrí a veces, pero salí parada, unas veces mejor otras no tanto, pero por empeño no me quedé.
Compartí un tiempo valioso con mi familia... mi mamá viene más seguido a Santiago, mi hermano ahora vive cerca, todo eso ha hecho que aproveche más a la familia.
Compartí también un tiempo valioso con una de mis mejores amigas, que volvió a Chilito por unos meses, y me ayudó mucho en su labor de amiga.
Hemos vivido junto con otra gran amiga un proceso doloroso de enfermedad de su padre... apoyándola al menos con nuestros oidos para cuando quiera desahogarse, ha costado... pero de a poco ella aprendió este año también que puede tener pena y sentirse sin fuerzas de vez en cuando, al menos con nosotras.
He visto nacer muchas guaguas... varias de ellas buscadas con mucho esfuerzo por sus padres, y ha sido como cerrar procesos en los que me sentí super involucrada.
También vi nacer y morir la ilusión de un hijo y un sobrino... pero quedaron las fuerzas para seguir esperando el momento adecuado.
He encontrado nuevas amistades, nuevos apoyos, he recuperado el contacto con viejos conocidos y conocidas que me han hecho reflexionar respecto a cuánto puede uno marcar la vida de la gente, o al menos estar presente en algunos pasajes relevantes.
Armamos un Club de Lulú (dos) con amigas de la U y amigas de mi pega anterior... las primeras se autobautizaron Mafaldas.. en honor a este blog.. todo un honor!... y ya tenemos ojalá la primera Mafaldita en camino...
Viajé... a donde siempre quise, y dos veces!!!
Escuche a Fito Páez en vivo cantar "Un vestido y una flor" y me emocioné hasta las lágrimas...
Vi a Soda Stéreo y me remonté al comienzo de mi adolescencia y lo disfruté a morir...
Me han pasado hartas cosas este año e hice hartas cosas también... muchas de esas quedaron fuera. Pero si de metas se trata, vamos bien... la principal la cumplí hace 12 años, y fue ser mamá. Durante este año me he esforzado en seguir siendo una buena mamá para mis hijos, y creo que lo he conseguido.
El libro se podría decir que lo estoy escribiendo, en cada una de estas voladas que subo de vez en cuando, escribo algún capítulo o cuento de mi futuro libro. Algún día a lo mejor lo publico, en edición especial y limitada y lo regalo a quienes lo disfruten leyendo... mis hijos, mi familia y mis lectoras fieles que nunca fallan (el resto del mundo dudo que quiera leerlo... jaja).
Me falta el árbol... será materia del año que viene, no se cuando, algún día, no me estresa en todo caso. Este 2008 no tiene más metas que ser feliz cada día, con lo que sea... una canción, un abrazo, una llamada inesperada, un reencuentro inimaginado, una sonrisa de mis hijos, un chocolate, un happy hour con mis compañeros de colegio, un almuerzo de vez en cuando con esos amigos que veo poco pero me niego a perder, un beso de buenas noches, un te quiero... lo que sea, todas esas cosas dan felicidad, y son tan simples, que no es mucho pedir para mi 2008.
Espero lo mismo para todos quienes saben que están en mi corazón y mis recuerdos todos los días.
FELIZ AÑO 2008... Y NO OLVIDEMOS TODO LO QUE NOS REGALÓ EL 2007
