domingo, julio 26, 2009

No había vivido algo así antes?

Se termina el paseo... nos vamos rumbo a Vancouver... ahora si, después de 5 días, vamos a conocer la ciudad!

Día 8 (dom 05 de julio): hoy no hubo desayuno en la cabañita bonita... aprovechamos los pancitos y cosas que quedaron la noche anterior. Hasta mashmellows comimos, claro que no asados... Hubo café si, comprado, of course...
Después de comenzar a ordenar, y eso implica obviamente desarmar carpas, desinflar colchones y volver a cargar el auto para que todo quepa, nos fuimos... Ya habíamos decidido, contra la voluntad de la anfitriona (bien en contra), que volver por el lugar definido en el itinerario era largo y cansador... Por más que insistió, y me atrevería a decir que se amurró un poquito, nos volvimos "por donde mismo nos vinimos"... pero esta vez los ferries se tomaban todos el mismo día.

No esta demás decir que los domingos de verano son iguales en cualquier parte del globo terráqueo... todos vuelven a la misma hora. Esto se tradujo en harta espera en todas partes... Primero el ferry que nos llevaba a la isla de paso... casi una hora esperando en el auto. Al menos la caida de un niñito desde un árbol (como habrá estado de aburrido el pobre) nos amenizó el rato... no es por crueldad, pero nos distrajo y de paso nos dió tema para el resto del día. Se sacó la mugre el cabro y al parecer ni las gracias les dió a nuestros caballeros armados que saltaron del auto a ayudarlo. Sigo dudando si fue de verdad por ayudar al niño o por impresionar a la copiloto del auto de atrás que se paseaba y paseaba por al lado nuestro, y que al parecer también tenía "grandes atributos" de solidaridad... también se paró corriendo a mirar, aunque no ayudó en nada...

Para reducir tanto embarque, hubo otra variación a la ruta. En vez de hacer exactamente el mismo viaje de vuelta, se decidió tomar el tercer ferry de vuelta desde una ciudad que queda antes de Victoria. Eso significaba reducir el viaje en auto, pero aumentar el viaje en ferry. Con lo que no contábamos era que muuuuuucha gente volvía también por ahí, y cuando llegamos a las 3 de la tarde más o menos, nos encontramos con una cantidad de autos y una par de estimaciones que decían que antes de las 5 con suerte no nos embarcábamos... De no entrar en ese horario, que nos esperáramos sentaditos hasta las 7...

Ahí no más fue que me vino uno de esos tan conocidos como "deja vú"... Si no me dió ataque no más fue porque soy medio contenida (lo que estira el chicle no más por supuesto)... después de estar varados un día entero en el aeropuerto, tres horas más eran soportables. De todas formas si me anduve separando del grupo, por muy soportables que fueran, no podía dejar de sentirme como animal enjaulado... además esa impotencia de no saber si en el que viene te vas a poder subir o no... entre andar mal genio con todos, mejor andaba mal genio conmigo solita no más...

El que no me dejó a sol ni a sombra fue mi Juanjo... el pobre, harto menos complicado él, me acompañó en el auto, cuando yo ya no era capaz de ir a sentarme al terminal... de puro ver algo parecido a un aeropuerto ya me tenía enferma... No hubo caso de convencerlo que fuera a comer algo con todos, el ahí firme, se quería "quedar con la mamá", y con una sonrisa de oreja a oreja...
Finalmente, nos fuimos en el de las 7 que para más remate venía atrasado así que en realidad fue a las 8... No sin que la Xime reclamara que de haber seguido su plan inicial, habríamos estado en la casa hacía rato ya...

El viaje efectivamente fue más largo, pero no se notó tanto. Los niños jugaron harto, nosotros recorrimos un poco, y la vista era hermosa... hasta un par de algo parecidos a delfines vimos saltar por ahí. No sé realmente qué eran, pero da lo mismo.

Por fin tierra firme... llegamos y el Juanjo se quedó dormido en el auto, estaba cansadísimo... el pobre se perdió su luna, que tanto le gusta. Estaba casi llena, linda como ella sola, como siempre... desde cualquier parte que uno la vea.
En la casa revisamos el itinerario original, ajustamos los días para lo que nos faltaba por hacer y muy a disgusto de quien lo elaboró, tuvimos si o si que eliminar algunas cosas... o dejarlas por si alcanzábamos... La idea era evitar el síndrome City Tour, al final de cuentas, estábamos para conocer... bajarse para la pura foto no siempre es entretenido.

Nos fuimos a acostar sin saber si habríamos llegado antes o no de haber respetado el paseo inicialmente pensado... pero sí con la certeza de que con todo lo que habíamos hecho, era más que suficiente.

Con dolor de espalda

Vamos que se puede... llevamos la mitad de la aventura y estamos intactos aún... aunque hoy los baños orgánicos que en un principio estaban estratégicamente tan bien ubicados al lado nuestro, ya no son del total agrado...

Día 7 (sab 4 de julio): ni idea hasta que hora dormimos... no puede haber sido muy tarde, mal que mal, Paz "forest gump" García Carreño de las 8 am no pasa... Más de alguien, incluida la madre, se preguntará porque del sobrenombre... bueno, por si no lo recuerda, se debe a su fanatismo por correr y correr y correr... sin objetivo claro o definido, sin horizonte en su camino, ella solo corre y corre y corre, y parece que nunca se cansa... bueno, conversaremos en unos treinta años más... de madrina a ahijada...

Cómo buen camping amateur que se precie de tal, no teníamos en que chu... hervir agua!!! así que partimos todos vestidos aunque no bañaditos, a desayunar a un café o algo parecido que habían divisado el día anterior. Harto rico el café... chocolate caliente en mi caso... se pasó!!!
Lindo el lugar, ricos los bebestibles, ricas las medialunas o pasteles o lo que fueran. Lo mejor del caso, es que el Juanjo ni cachó que el queso crema estaba disfrazado de mantequilla... jejejeje

Y nos fuimos en búsqueda del caribe... y lo seguimos buscando... jaja. Llegamos a una playa, bonita si..., no era una cosa que bruto que arenas blancas ni aguas cristalinas... escuché por ahí "parecida a Anakena" pero no... ni por los talones... pero cumplía su objetivo. Si la comparo con las playas de cobquecura o pelluhue, si... es harto más caribeño, considerando que por lo que vi, se bañaban todos sin dolor de huesos. No tengo la experiencia empírica para tal afirmación, pero no vi a nadie tiritando ni haciendo muecas de sufrimiento al meterse al agua... yo, por mi parte, caí en los brazos de morfeo... y en los estragos del sol, porque me peqgué una quemadita más o menos en espalda y hombros... Las malas lenguas decían que estaba colorada como pancora, pero aún así, me limité a mi toallita... parece que ni el colchón ni el saco calentito fueron suficiente...

Lo bonito y lo importante... los chicos lo pasaron "chancho", la Paz durmió siesta, la Xime marcó otro de los puntos del itinerario como cumplidos, y nos fuimos bien descansados al super... había que preparar el veintiúnico asado del camping... con gas... Ojo, que esto no es responsabilidad de los organizadores, pero había que respetar los avisos que prohibían prender fuego, dado el alto nivel de riesgo de incendios forestales... la suertecita nuestra!!!
Las malas lenguas ya me acusan de que yo quería hamburguesas... y si, claro que quería, pero para la parrilla... en algún momento de la cadena de mensajes, algo se tergiversó, y se me culpa que pedí hamburguesas con todo lo que eso significa, y a control remoto más encima!!! (desde el auto) . Debo aclarar que eso fue un error de traducción e interpretación, no diré de quien o quienes... pero en fin... este es el mundo de los incomprendidos...

Antes de comer, tuvimos el privilegio, las damas mayores de tres años, de presenciar en vivo y en directo un venado (o algo parecido...), y no una sino dos veces... además de sacarnos las fotografías obligatorias (para la Xime todas son obligatorias, jaja), durante nuestra ida a comprar agua, bebidas y jugos (zaaaaaaaa). Volvimos luego, ya que con la amenaza del "quiet time" nos nos quedaba mucho tiempo.
Rico el asado... ricas las hamburguesas, los completos... pero lo mejor de la noche fueron los mashmellows... a gas, pero mashmellows al fin y al cabo... por fin me sentí como en un verdadero camping, como esos de las películas, aunque tampoco son tan verdaderos...


Rumbo a las islas...

La primera noche de camping fue toda una aventura... porque la verdad es que de camping propiamente tal, sólo teníamos las carpas y los sacos (bueno, un par de colchones inflables con uno medio desinflado)... tenía entendido yo que la cosa debía ser un poco más equipada, sobretodo cuando de primeras experiencias se trata...

Día 6 (vie 03 de julio): el Super8 tenía desayuno incluido, que no deja de ser, y como además terminaba temprano, nos sirvió para movilizarnos y salir luego a recorrer lo que había quedado pendiente. Por horario, no pudimos conocer el día anterior el Parlamento, así que para allá partimos, auto cargado y todo. Bonito el edificio... bien imponente y elegantoso (como diría mi padre), very "old england toffe" todo... hasta los que se disfrazan para hacer más ameno el tour interior.

Después del paseo histórico del día (no puede ser pura juerga el viaje señores), nos embarcamos, literalmente, rumbo a nuestro destino final. Unas islas donde era posible acampar, y donde encontraríamos las playas conocidas como "el caribe" canadiense (¿o sólo de british columbia era la cosa?... se me olvidó!). Sin enojarse Xime, pero no las encontramos... jaja

Para amenizar la cosa, antes de eso pasamos a almorzar a un pueblito conocido por sus murales. La verdad es que no se que tan conocido es, pero de que tiene hartos murales, y bien hechos, los tiene... unas fotitos de ejemplo. Eso era todo si, después de un almuerzo contundente nos fuimos a los famosos mini ferries. El primero nos llevó a Denman, isla que solo fue un paso hacia el objetivo mayor... tras el tercer y último ferry (de ida no más si...), llegamos a Hornby. Vale aclarar que en esto nos echamos como tres horas... entre esperas y cosas, pero bueno, nada es gratis en esta vida.

Finalmente, llegamos al camping. Uno familiar, el otro, según las averiguaciones de los guías que nos llevaban, eran "onda jarana", y nosotros andábamos con niños. Lo que no sabíamos es que la definición "familiar" implica que todos deben ir a la camita tipo 11 PM, o al menos, "be quiet....", jaja, no contaban con nuestras risas...

El camping era lindo, bastante equipado, y para ser mi primera incursión, no se veía mal... el "impasse" vino cuando los acampadores profesionales que nos llevaron, esos que siempre acampaban (jojo), no tenían nada más que las carpas y los sacos... jeje, ¿y la cocinilla?, ¿y linterna?, ¿y lámpara a gas? y seguían las interrogantes... hasta que soltaron la firme... esta era su segunda vez... y la anterior, estaban acompañados de verdaderos profesionales. Ellos tenían todo eso y más... en fin, primera comida, pizza... comprada en el restaurant de la isla... osea... y me molestaban a mi porque dormía en puros hoteles... jaja, vamos acumulando material pal... jeje

Para que no piensen que la cosa va cargada para un solo lado, termino el día con mi chascarro nocturno... después de que nos fueron a hacer callar (fue cuando entendimos cabalmente lo que significa familiar), me fuí a acostar (¿cansada?... noooooooo, ¿por qué?). El show del saco de dormir me superó... no había caso. No es que fuera también mi primera vez durmiendo en saco, eso si que no... pero en uno que se achica a medida que envuelve mis patitas, no... eso no... no hubo cómo lidiar con él... tal fueron mis intentos de acomodarme sin caerme del colchón inflable que el Cote se asomó a ayudarme... cero aporte, conseguí sólo que pasara un muy buen rato riéndose a costa mía, de paso, el parcito experto también se entretuvo con mis volteretas y caídas envuelta en ese saco maldito. Al final, lo tuve que abrir no más... total, frío no hacía, al contrario, el saco era cuático pero calentito... más mejor dormí tapadita... como las peras, pero tapadita y sin caerme...

viernes, julio 24, 2009

La otra travesía...

Nos preparamos para lo que sería una larga travesía... lo sospechábamos, pero a ciencia cierta no sabíamos ni la mitad de lo que nos esperaba, jaja, pero al final de cuentas, había que tomarlo con humor, mal que mal, le desarmamos todo el itinerario a la anfitriona...

Día 5 (jue 2 de julio): luego de tomar un rico desayuno, los machos del hogar bajaron a instalar los pertrechos en el auto. Se demoraron bastante, por lo que, cuando bajamos, cual sería la sorpresa al ver que estaban empezando de nuevo!!! Parecía chiste, pero al menos se tomaron con humor las tallas que les tiramos al respecto... Dado que se nos vino encima la hora de almuerzo de los piojos chicos, al final mejor les dimos comida para que no se fueran mañositos (intuyen que salimos un poco tarde, verdad?).

Llegamos a tomar el ferry, y luego de esperar un poco (el itinerario no decía los horarios de salida... así que hasta dormimos siesta) por fin nos subimos a este tremendo barco, que me recordó el que nos llevó de Paris a Londres, muchos años atrás (no había túnel, obvio).
Con todas las comodidades habidas y por haber, lo mejor era admirar el paisaje. Debo decir que, guardando las proporciones, hubo momentos en que recordé el cruce a Corral. Será que en general la vegetación era medio parecida a la del sur de Chile?, puede ser, quién sabe...

Luego de una hora y media de viaje, desembarcamos en la isla de Victoria. Para nosotros no era menor conocerla, alguna vez pensamos en estudiar en Canadá, y Victoria era el principal objetivo. Bueno, eso no resultó ni se intentó finalmente, pero la vida nos tenía esta oportunidad de conocerla igual esperando.
Antes de llegar a la ciudad, me pasó algo divertido... había un cartel que decía "Sidney"... y se me vino a la memoria mi teoría del avión que no pudimos tomar y que según yo iba a sidney...australia... bueno, parece que iba ahí no más, un poquito más al norte de Vancouver... todos los días se aprende algo nuevo...

Luego de instalarnos en el hotel cuyo nombre jamás olvidaré (Super 8!), a conocer la ciudad se ha dicho!!!. Aunque ya era medio tarde, al menos pudimos dar paseos en el centro, el muelle y caminar por sus calles que le hacen harto honor al nombre, bastante "victorianas"
A mitad del paseo, el Juanjo incorporó una nueva palabra a su ya nutrido vocabulario en inglés, "stop". Lo más divertido es que lo aprendió tal como diden aprender los niños. Escuchó cuando a la Paz le gritaban stop para que dejara de correr, y más rápido que nadie, entendió altiro como se aplicaba... a esas alturas, ya sabíamos que dejándolo un par de meses, volvía hablando más que todos nosotros...


Nos costó encontrar donde comer... estábamos un poco desesperados ya de hambre, a punta de pancito y chocolates, eran ya las 7 de la tarde y empezábamos a ponermos mal genio en ese estado. Además, harto pub donde los niños no pueden entrar... esto del alcohol...
Finalmente, luego de quedar "guatita llena, corazón contento" (bolsillo no tanto, pero así funciona la cosa), terminamos el día rumbo a la Universidad de Victoria. Lejos de desilucionarnos, sólo confirmó lo que pensábamos. Si algún día pudiéramos estudiar fuera, lo más probable es que Victoría sería uno de nuestros objetivos. Otra vez voy a decir lo mismo, pero "guardando las proporciones", me sentí un poco en la U de Conce... todas las facultades cerca, harto pasto, harto edificio y bueno, una plaga de conejos que nos sirvió para que los niños corrieran y se entretuvieran unos minutos persiguiéndolos. Eso, como bien dice el Juanjo, no se ve todos los días...

Volvimos cansados al Super 8... había que reponer fuerzas porque se nos venía otro día de ferries y viaje, y dos noches sin hoteles...


jueves, julio 23, 2009

Y Ahora... ¿quién podrá ayudarnos? THE END...

Si no has leído el post anterior, mismo título, menos positivismo, entonces a ponerse al día y luego continuamos con este... sino, no tiene gracia...



Separé aguas... porque resulta que la mala experiencia o los malos ratos se quedaron en el dichoso aeropuerto de Toronto... así que la segunda parte del día (como un cuarto restante en realidad no más) se relata ahora...

Día 4 (mie 1 de julio): tal como dije antes, y causa principal de nuestros problemas logísticos de transporte, hoy se celebra el día de Canadá... algo así como nuestro 18 de septiembre, claro que como ellos son distintos a nosotros, se toman el puro día que corresponde... nada de sandwich ni 18 chico... en fin, podemos verlo desde dos puntos de vista... son anglosajones... nos llevan años de distancia en lo que a organización y responsabilidad se trata. El otro punto de vista, son más fomes que bailar con el hermano... me quedo con la segunda... tanto esfuerzo y batallas libradas hace casi dos siglos merecen ser celebradas como corresponde, verdad?

Bueno, luego del recibimiento pomposo del que fuimos objeto, limosina incluida, fuimos escoltados al hogar de quienes nos tenían que aguantar dos semanitas completas... cuatro de una no es poco... empatamos las cosas en lo que a visitas made in Chile se refiere, pocos días pero apatotados... Debo decir que la idea de la limosina superó todas nuestras expectativas... después de doce horas además en esos asientos insufribles, no podía ser mejor...

En el dpto hicimos entrega de los no poco encargos con que nos mandaron a este país del norte, más otros que se nos ocurrió llevar a nosotros. La cara de felicidad del dueño de casa cuando salían y salían las distintas botellas de pisco casi (y digo casi) se acercó a la carita de la Xime cuando vió a su hermano llegar... si hasta nos emocionamos con tanto gado 35° y 40° que salía de entre la ropa... A esas alturas, nada como un pisco sour de verdad....

A nosotros también nos esperaban regalos... cada uno tenía una hermosa polera de Canadá, listas para ser usadas después de la ducha de rigor, para así salir a celebrar junto a muuuuucha gente más, y a tono, los fuegos artificiales conmemorativos... Nos fuimos corriendo... para variar íbamos justo con el tiempo, niños arriba de coches, el resto afirmar patitas y partimos!!! menos mal que era en bajada...

Una esquinita del - a futuro tan admirado - Stanley Park nos reservaba un espacio privilegiado para disfrutar del evento... lindo... era como estar en Valparaiso para año nuevo...
Cuando terminó todo, nos fuimos de vuelta a la casita... no sin antes darnos unas vueltecitas de rigor de lo que sería un primer mini tour por la ciudad... y un apronte del itinerario que nos esperaba para dos semanas de turisteo... jaja.

En ese momento debimos haber sospechado siquiera como se nos venía la mano...

Y Ahora... ¿quién podrá ayudarnos?

Me cuesta escribir este día... ayer le hice el quite también, pero es parte de... me da lata porque es lo único que empañó el viaje, menos mal que fue al principio, porque así tuvimos harto tiempo para dejarlo más de lado. Dato adicional, hoy es el Canada Day...

Día 4 (mie 1 de julio):
4:20 AM siento el despertador del celular... me levanto rápidamente para acelerar la causa
5:05 AM estamos esperando ya en el lobby del hotel el minibus que nos llevará al aeropuerto
5:30 AM llegamos a la puerta de embarque del primer vuelo de la mañana, el de las 7:30, entrego los boarding pass que me emitieron la noche anterior y va la primera sorpresa del día.

No me pueden embarcar porque estoy usando "running shoes"... no me vi la cara en ese momento, pero me la imagino... pregunto y me insisten, además de darme un sermón respecto a las obligaciones de ser empleada de una aerolínea y bla bla bla... Yo, que tenía unas ganas de pelearla, me quedé calladita y asumí no más, este no era el momento de defender lo indefendible, así que "polite-mente" pregunté dónde podía adquirir un hermoso par de zapatos ya que mis maletas estaban en vancouver desde la noche anterior... y partí rauda en búsqueda de una zapatería abierta en el aeropuerto a las 6 de la mañana. La cara del Cote cuando me vió pasar y le dije en versión flash lo que pasaba debe haber andado cerca de la que tenía yo cuando me empezaron a fregar con el temita.
Luego de adquirir un hermoso par de chalas, lo menos caro que encontré, y recibir el visto bueno de la vieja de la puerta de embarque, igual no más no cupimos en el vuelo...

El resto del día, que me niego a revivir en palabras porque de verdad no me trae buenos recuerdos, se resume en la imagen que acompaña esta historia...
Dicha hojita que he guardado para plasmarla en este blog, indica el horario, el número y la puerta de embarque de cada vuelo en el que tuvimos alguna esperanza de subir ese día... nosotros y 50 liberados más que trabajan en la aerolínea en cuestión, y que siempre tenían mayor prioridad que nosotros.
Debo decir que entre las 10 y las 11 de la mañana tuve la seria intención de comprar los cuatro pasajes... pero los USD 1500 que salía la gracia no me aseguraban mejorar el día tampoco...

A modo de consuelo, al menos en esta travesía estuvimos acompañados de cierta forma por otras caras que veíamos peregrinar igual que nosotros, de puerta en puerta. Un par de personas a cargo del embarque que solidarizaban con la falta de información, hicieron un poco más llevadera la angustia. Y por último, la tranquilidad del Cote y la paciencia de la chica, y que decir... del Juanjo... ellos que durmieron siesta en las sillas... de no haber sido así, me largaba de una a llorar de la impotencia de puro verlos leer o jugar tan concentradamente con sus autitos y sus M&M (emeyeme como le dice el guatón...). Hacía mucho que no me pasaba eso... de verdad que en algún momento me tuve que limpiar las tres lágrimas locas que no pude aguantar... de verlos ahí ellos esperar tan pacientes... a lo más preguntar "¿por qué no podemos subirnos todavía al avión grande mamá?... porque están arreglándolo guatón, apenas esté bueno nos subimos...."

16:00: Por fin!!! escucho que dicen "Carreno party of four"... a las 4 de la tarde nos llamaron para darnos nuestras tarjetas de embarque... en el vuelo de las 5 ya podíamos irnos tranquilos. Llamé a la Xime apenas me senté con las tarjetas en la mano... pobre, estuvo en la misma nuestra a la distancia, compartiendo toda nuestra angustia todo el día, cotizándonos pasajes y dándonos fuerzas para confiar que ya íbamos a llegar, y ellos nos iban a estar esperando con nuestras maletas al lado. Yo, que soy la que siempre dice que "en la puerta del horno se quema el pan", ni cuenta me di cuando nos llaman de nuevo y veo al Cote blanco con una cara... era para pedirme los boletos lan... esos que les sirven a ellos para cobrarnos después... (ahora hablo como funcionaria lan conocedora de los procesos que lleva la compañía a cabo en estos casos puntuales), uf... seguimos en el vuelo...

Nos fuimos!!! dato de la causa, definitivamente los quería matar cuando me enteré que los audífonos los vendían... ¿no será mucho????? 5 horas de vuelo además obligaban...

martes, julio 21, 2009

¿Adiós Toronto?

Llegó el día siguiente... nos costó levantarnos, ya estábamos un poco cansados y el Juanjo no estaba muy amigo de las caminatas eternas. Al final de cuentas, no le interesa tanto la arquitectura ni las ciudades como a los padres, pero ya irá acostumbrándose el pobre...

Día 3 (martes 30 junio): después de un rico desayuno, para dos en que comen cuatro, nos fuimos de paseo al muelle. Como ya no alcanzábamos a tomar el nunca bien ponderado bucecito rojo que nos llevaría a un city tour en algún momento, había que aprovechar el tiempo.
A las 13 horas esperábamos el bus... se rompoe un mito, no son tan puntuales como nos quieren hacer creer...
Nos dimos un paseo de dos horas por la ciudad. Algunas partes ya las habíamos recorrido a pie el día anterior, y aunque hoy el clima nos acompañaba más, habían unas nubes amenzantes que en algún momento nos hicieron escapar al primer piso del bus. De vacaciones y mojándonos... ni tontos que fuéramos.
Descubrimos también otros sectores bonitos, dignos de visitar a pie. Para nuestra pena, era nuestro último día en la ciudad y lo más probable es que no alcanzáramos... (haber sabido!)
Para cerrar el día, fuimos a la revancha con el mercadito ese, el St. Lawrence, a ver que tan bonito era... Era lindo, super lindo, y ordenado... lo que si es que para comer no nos pareció mucho, como que era todo de pie... que lata, todo el día de pie y ya comer de pie era too much (sorry, me puse bilingüe en el viaje..zaaaaaaaa)
Nos merecíamos algo rico, además, se acercaba el vuelo hacia Vancouver, así que decidimos comer rico. Llegamos a un restaurant de comida italiana, que habíamos escuchado nombrar el el bus del tour. Le dimos medio a medio... las tres B considerando los precios de esta gente... Nos fuimos felices y contentos a buscar nuestras maletitas al hotel y de ahí rumbo al "airport".


Ibamos super... hasta que llegamos. Todo mal desde el principio. Por cuernófono, valga decir call center de la aerolinea en cuestión (no voy a tapar a nadie así que al agua no más, Air Canada vendría siendo...), se me dijo que no era necesario reserva, con mi ticket lan era suficiente. Primer error mío, creerle más a ellos que a mi experiencia personal...
Después de hacer colas innecesarias, de convencer a una señora que vendía tickets en otra cola que me salté magistralmente por consejo de la otra señora que me vió con cara de plop, explicarle de mil formas la situación y generarme la reserva, volver a otra cola con señores que me miraban con cara de "veo difícil que pueda viajar, pero vaya por si acaso...", y el 90% de esto en inglés, llegamos a la puerta de embarque y ni por cazuela nos subimos... El avión era enorme, pero no éramos los únicos con cara de liberados. Además, según el cartel que se veía y mi teoría que desarrollé en horas venideras (me servía de consuelo), ese avión iba a Sidney (australia para los amigos), así que seguro ni muertos nos subían sólo hasta Vancouver. En el siguiente, que era el último de la noche y donde había puesto todas mis fichas, pasó menos... nuevamente los únicos cuatro que no se subieron fuimos nosotros.
Esa noche odié a esta gente como nunca... cero empatía para decirnos que no íbamos a ningún lado. Cuando ya le insistí a la señora de la puerta que ni las maletas teníamos a la mano, parece que recién ahí se apiadó de nosotros. Nos dió un par de datos interesantes (aunque no todos los que hubiésemos querido) y nos dedicamos a hacer reservas de hotel con descuentos de la aerolínea y a recuperar las maletas. Lo malo fue que ellas sí tuvieron espacio para irse a vancouver... nosotros con la chica por nuestra parte, con la cara desencajada e imaginándonos el destino de nuestras pertenencias, tuvimos que limitarnos a recojer unas bolsitas de viaje, cortesía de mis nuevos peores amigos... Salvadoras las bolsitas en todo caso, el Cote agregó dos camisetas grandes a su colección, los niños pintaron un poco y tuvimos cepillos de dientes y otros básicos para nuestra nueva última noche en Toronto...
Respecto a la aventura del traslado al hotel, me reservo los detalles... con los eventos del día que viene tengo angustia para rato... tipo 1 de la mañana, tras hablar con la Xime y agregar el temor por las maletas, recién pudimos tratar de dormir un rato, de descansar, las huinchas...


lunes, julio 20, 2009

Recapitulemos

Volvimos... de unas largas y merecidas vacaciones, pero ya volvimos. Costó irse también... la "humana" "humanizó" a la familia completa, como dice una amiga mía. Nos retrasó el viaje un par de días, pero al final nos quitó una preocupación de encima. Así y todo, por fin nos fuimos rumbo a los países de norte, o sea, Canadá... a ver a la familia.
Este fue un viaje largo, cansador físicamente hablando, pero reponedor en otros sentidos. Además, estuvo cargado de experiencias nuevas y mucha emoción. Terminamos de convencernos que no es fácil vivir lejos de la familia, pero también que hay tanto por conocer y aprender en otras partes, aunque sea con ciertos sacrificios. Supongo que cualquier cosa que sirva para crecer, de cierta forma vale la pena.

Dice mi mamá, cada vez que lee esto, que escribo de forma que parece que el que lee está viviendo la historia. Ojalá así sea, porque me comprometí conmigo misma, y con mi comadre cuñada, a escribir de nuestro viaje para que ella pueda leerlo y pueda revivir cada vez que quiera, un pedacito de esos varios días juntos.
Nunca parecieron suficientes, ni antes de partir ni al despedirnos, pero fueron días llenos de vivencias, experiencias, risas, compañía, cariño, entretención y mucho más. Acá están, cada día irá apareciendo algo nuevo, y espero que así como mi mami, quien quiera que lo lea logre vivir al menos una parte de las emociones que traté de anotar en mi libretita de viaje, aunque las emociones no se escriben...
Acá vamos... Nuestras vacaciones rumbo a Vancouver!

Día 1 (dgo 28 de junio): mi hermanito nos vino a buscar en su nuevo servicio de taxi, jaja, como dice él. La Van famiiar esta vez sacó de apuros a los viajeros... 3 semanas ameritaban maletas grandes... más los encargos, íbamos bastante llenos. Como suele suceder es estos casos de viajes "sujetos a espacio", los asientos de cada uno estaban en cualquier parte. Arriba del avión hubo que hacer el primer "show de los asientos". Esto significa pedirle amablemente a la jefa de cabina que le pida a los pasajeros que se paleteen con una familia con niños a quienes les dieron puros asientos separados.
Como suele suceder también conmigo, me metí en lo que no me importaba, y cuando vi que la niña le pedía a un par de mujeres que por favor se sentaran en nuestros únicos dos asientos juntos que no podíamos ocupar con un niño por estar en la salida de emergencia, yo voy y meto mi cuchara... "no, ella no puede, porque los niños no se pueden sentar en la salida de emergencia", refieriéndome a una de las dos mujeres... el problema fue que la niña (azafata se decía antes) le preguntó la edad a la aludida y contesta con una cara descompuesta "tengo 23...". Yo me quería puro enterrar... pero descubrí que en los pasillos de un avión, cabina económica, no hay donde esconderse y menos rápido... Cuando traté de arreglarlas, ya la embarraba más... conclusión, tuvo que apelar a otros pasajeros de buen corazón... el "no" se escuchó hasta en la cabina del piloto...
Entendí, me costó pero entendí, que era mejor cerrar la boquita y dejar a la niña hacer su pega... ella claramente la hace mejor que yo... Esperemos llegar a Toronto mejor...

Día 2 (lunes 29 de junio): después de un tránsito en gringolandia, escala NY, que fue como entrar y salir de nuevo, un nuevo evento "asientos" en que aprendí mi lección, y un set de "he's so cute" que se empezó a ganar el Juanjo de entradita, por fin llegamos...
Para nuestra sorpresa, estaba lloviendo... poco, pero igual llovía. Menos mal que íbamos preparados para todo, así que nos dedicamos a conocer caminando. Planchamos si con el Mercado (St. Lawrence Market), elegido en alguna parte como uno de los 50 mejores mercados del mundo (con el nuestro de stgo en la lista, a mucha honra)...estaba cerrado. No importa, lo seguiremos intentando!
Luego de conocer un par de barrios, parques y museos por fuera, nos volvimos. El objetivo final del día era la CN Tower. Casi 500 metros de altura, segunda torre más alta del mundo después de una en Dubai (las cosas de la vida no?). Nosotros llegamos hasta donde se podía, como los 450 mts. ¿Qué se siente mirar desde allá?, además de vértigo, una sensación de pequeñez absoluta... De puro imaginarme que temblaba ya me daban nervios... por suerte allá de eso saben poco.
Lo mejor de la torre, el "glass floor"... lo más malo, yo... no me pude controlar cuando vi al Juanjo saltar al piso famoso y le pegué un grito que quedó de una pieza... yo ya sabía que la había embarrado... pobre, le transmití mi miedo ridículo en menos de un segundo. A veces los padres ni sabemos cómo influimos en los hijos... Él lo estaba pasando tan re bien...

Cerramos el día con una rica comida en otro barrio digno de conocer, gracias a Dios, cerca del hotel, porque a esas alturas, energías le quedaban a los puros carteles luminosos del downtown de Toronto...

jueves, julio 09, 2009

Estamos.... lejos, pero estamos...

No he podido subir ni fotos... a que hora!!! y mas encima este teclado no tiene tildes... ya vendra... ya vendra... pero por el momento puedo decir que tengo muuuuuuucho que contar y escribir...