viernes, agosto 28, 2009

Ya llegó la hora de decir... decir adiós



No existen las despedidas alegres... no, ni siquiera cuando uno sabe que el o los que se van tienen algo muy bueno en perspectiva, por que siempre uno sabe que ya nada vuelve a ser lo mismo... incluso el día a día, que es donde más se siente la auscencia...

Día 12 (lunes 13 de julio): el día de ayer nos pasó la cuenta... nos costó mucho levantarnos y salir, pero era nuestro último día en Vancouver y no podíamos desteñir, además, todavía nos quedaban regalitos por comprar...
La Xime nos alcanzó saliendo del departamento, y nos acompañó a hacer las compras finales, aprovechando también ella para mandar un par de recuerdos más. Por fin nos pudo mostrar el famoso reloj que lleva la cuenta regresiva para el inicio de las olimpiadas de invierno, y la famosa biblioteca... no se quedó tranquila hasta que no nos sacamos la foto con la biblioteca, aunque no la hayamos pisado nunca, jaja.
Como ya estaba claro que lo mejor para souvenirs estaba en Gastown, para allá nos fuimos, y aprovechamos de almorzar una de las pocas hamburguesas no Mc Donalds del viaje, bastante buena por lo demás, y de descubrir a una cuadra un restaurant que al parecer era de algún compatriota... lástima que lo supimos too late, ojalá la Xime y el Tuto guarden el dato.
Vueltas más vueltas menos, se terminaba el día... así que nos juntamos con la Xime para ir a buscar a la Paz a su jardín. De ahí, al dpto y a comer... Había que hacer una comida de despedida, en el local de las tres B, Old Spaguetti Factory versión Vancouver.
Como era de esperar, comimos rico, y por primera vez, antes de las 10 de la noche... los anfitriones no podían de felicidad!!!

Ya en la casita de vuelta, nos enfocamos en armar maletas... la verdad es que de pensarlo me angustiaba, pero hay cosas que no se pueden evitar... en eso estábamos cuando de repente nos llaman al living. Los dueños de casa, Paz incluida, nos tenían unos regalitos para traer de vuelta. Una película de Diego Go para el Juanjo, que tanto la veían con su prima casi diariamente, y un libro de fotografías de Vancouver que la Xime nos había comprado. Nosotros ya le habíamos echado el ojo pero al final entre tanto gasto desistimos... como caido del cielo!
Está demás decir que nos cayeron a casi todos nuestros lagrimones, yo ya venía medio triste viendo el desastre de las maletas, pero me terminó de dar pena esta pseudo despedida. Al final de cuentas, al otro día muy temprano en la mañana ya no íbamos a estar ahí para saludarnos.

Como dicen por ahí, todo tiene que terminar en algún minuto, y a nosotros se nos acercaba a pasos agigantados... Nos fuimos a acostar con un nudo en la garganta, pero sumamente agradecidos de la oportunidad de compartir casi dos semanas de la vida de los tres allá tan lejos...

Este diario de viaje lo hice por una razón en particular, la misma que me impulsó a transcribir el viaje con mis padres. La memoria es frágil y a veces las fotografías no son suficientes para recordar las cosas lindas y no tan lindas que nos pasan. En la escritura encontré la forma de revivir emociones, y este viaje de lo que más tuvo fueron emociones. Mi interés principal era que mis hijos algun día lean esto y lo revivan conmigo... pero en el camino, me di cuenta que tu Xime disfrutabas leyendo porque te acercaba un poco más a nosotros, y te llevaba nuevamente a estos hermosos días que vivimos juntos. Eso me motivó aun más a seguir escribiendo, y cuidar de olvidar la menor cantidad de cosas posibles.
Espero que haya cumplido al menos este último objetivo, el otro, lo sabremos en el tiempo.
En lo que a mi respecta, sólo me queda darle las gracias a los tres por abrirnos la puerta de su casa, su familia, sus vivencias y sus sentimientos, por darnos cuenta cuanto se echan de menos, por tratar de que aprovecháramos lo más posible el viaje, por pasearnos, y por recibirnos casi como estrellas de cine, por impulsarnos a hacer cosas que a lo mejor nunca habríamos tenido la oportunidad de hacer y por todo aquello que quedó registrado en cada uno de mis post.

Gracias Xime, espero que las risas que te saqué con tanta lesera escrita haya borrado esa carita de pena con la que te dejamos ese día en el aeropuerto...

miércoles, agosto 26, 2009

Feliz Primer Cumpleaños gordos lindos

Interrumpo la entrega casi constante de la aventuras en canadalandia porque la ocasión lo amerita. Hoy, 26 de agosto, hace un año atrás exactamente llegaron a mi humilde existencia un par de niños hermosos, que me llenaron de una felicidad que es la más cercana a la que me dieron los propios cuando vinieron a justificar mi paso por estos lados (traduzco: ¿qué sería yo si no fuera por mi rol de madre de los dos niños más lindos del mundo?).
Así no más fue, me inauguraron en mi rol de tía directa, me hicieron volver a hablar de guaguas como hacía tiempo no lo hacía, me matan con sus gracias que tan rápido como las aprenden las olvidan, y de paso me emocionan ahora que los veo dar sus primeros pasitos. No son míos claro, pero soy la primera en la lista cuando de cuidarlos se trata, eso no tiene valor...

¿Cómo no iba a saludarlos hoy?, ¿Cómo no dedicarles un espacio en esta vitrina de pensamientos y emociones que tengo hace casi 3 años ya?

No podía ser de otra forma, algún día, quien sabe, quizás ellos lean también esto y sepan algo de sus vidas en la etapa que no recuerdan. Capaz que se rían de la tía loca que escribe leseras que sólo ella y un par más leen, se enteren de cosas de la familia, vean fotografías viejas, descubran historias, anécdotas, etc. Lo importante es que ese día se van a enterar que los saludé por su primer añito, y además tendrán la oportunidad de leer la invitación que gentilmente envió su padre para tal evento...



Queridos tíos:

Les escribimos para invitarlos este sábado 29 a la celebración de nuestro primer cumpleaños (para los pajarones que no se acuerden nacimos el 26, pero si lo celebramos el miércoles no viene nadie y nos quedamos sin regalos... disculpen, sin su grata presencia... borraríamos lo de los regalos, pero es primera vez que escribimos es computador y no sabemos tanto todavía)

La celebración va a ser desde las 16:00 hrs (cuatro de la tarde para lo que como nosotros no entiendan por qué les ponen dos nombres distintos a las cuatro de la tarde) en nuestra mansión (somos chicos y todo nos parece grande) ubicada en ...(la dirección es tan larga que mi hermano ahora está descansando porque se agotó)
Evidentemente tienen que venir con nuestros amiguitos (no van a creer que nuestro cumpleaños es para que ustedes se llenen la guata no más) porque queremos jugar con ellos y probar algunas cosas que hemos visto en un programa de lucha libre. Si necesitan alguna pista para saber qué regalarnos les decimos que beca se escribe con c y no con K y que Harvard se escribe con H para los que crean que porque es muda no se escribe.

Ojitos a todos.
Carlos y Eduardo Niño Álvarez Campana
Mellizos a tiempo completo

FELIZ CUMPLEAÑOS CARLOS Y EDUARDO, mis gordos ricos que heredaron los crespos de la tía (bueno si... del papá también... grrrrrr)

Los saluda, LA TIA DEL AÑO (galardón entregado por ustedes mismos desde Mendoza city, ni se les ocurra desconocerlo).

PD: por si de verdad algún día lo leen, sepan que hablamos por teléfono y mientras yo los saludaba ustedes me decían "hola, hola... hoa... hola...", ambos...

martes, agosto 18, 2009

De los arrepentidos es el reino de los cielos...

Si yo hubiese sabido... lo único que tengo a mi favor, es que de verdad yo creía que la subida era interesante porque ibas conociendo datos del lugar a medida que avanzabas... Parece que estoy loca porque dicen que fui la única que escuchó eso...

Día (dgo 12 de julio): como la noche anterior nos quedamos hasta tarde dándole a la cháchara, costó levantarse este día, además, por ahí dice clarito que el domingo es para descansar... lo voy a tener en cuenta para futuras situaciones...

Cómo nos demoramos en salir y nos dimos tantas vueltas, los niños se fueron de juerga a la plaza cercana. Parece que lo pasaron super, porque traerlos de vuelta cuando ya estábamos todos abajo no fue fácil.

El destino en esta oportunidad era Grouse Mountain, un centro de sky muy cercano a Vancouver que además tenía el plus de ser el lugar de trabajo de la Xime durante los largos inviernos...
Llegamos tipo 12, íbamos bien advertidos que el camino era largo y que daba mucho calor, pero nunca sospeché que además era una tortura... El Tuto subió con los chicos chicos en góndola, ya que para ellos dos, la única alternativa real era llegar arriba en los brazos de los padres, y al menos en nuestro caso, una cuadra con el Juanjo en brazos ya está siendo una tortura por si sola...
Hasta el último minuto me ofrecieron ser yo quien los llevara en la góndola, el Cote más que nadie, pero yo seguía insistiendo que quería hacer la "caminata" porque habían dicho que era muy bonita y uno iba conociendo la historia del lugar y de los osos... ¿lo habré soñado?
...Y partimos, no sin antes tomarnos las fotos de rigor...

De la subida hay bien poco que relatar, nunca hubo historia de nada, sólo árboles y más árboles y muchos árboles, y escalones y más escalones y demasiados escalones, y puedo resumir las dos peores horas de mi día en que sólo vi árboles y escalones, y mucha gente pasar por mi lado más rápido que yo, aunque igual cansados...
Fue desastroso!!! me arrepentí como nunca en mi vida de hacer algo, subí eternamente durante dos horas y un poco más (parece que dentro del promedio de la primera vez, pero eso no me reconforta...), y mientras me enojaba conmigo misma por estar ahí, y tomaba y tomaba agua, y me deprimía porque, cuando ya sentía que era una eternidada y no lo lograba, recién estaba en la marca que decía 1/4 del camino y peleaba hasta con el Cote para que dejara de esperarme, avanzaba de a poco... Me quise devolver no se cuantas veces, en una de esas estuve a punto, pero lo más probable es que de los muchos que iban en el sentido contrario, alguno capaz que hasta me pasara a llevar y me sacara la mugre y media... al menos de subida eso era menos probable que me pasara, porque aunque no lo crean, yo también subía cerros en los lleuques y en las trancas, y caminábamos por horas, con nieve o en verano, y pasábamos por puentes colgantes rascas, y subíamos el morro de noche, y nos sacábamos la mugre hasta de día. La gran diferencia gran, es que eran cerros no más... no 2,9 kilómetros de caminata que se hacen a través de 2.830 escalones y me llevan a la punta del cerro de 853 metros de altura!!!

Cuando íbamos por la mitad ya era un energúmeno... lo reconozco, estaba indignada, sobrepasada, cansada (eso debería encabezar la lista), deshidratada, frustrada, arrepentida, y además me sentía como lastre de mis compañeros de subida. Nada más vergonzoso que a cada rato a uno lo estén esperando... menos la hija de 13 años... y con cara de "pobrecita... te dijimos que subieras en góndola...ohhhhh". No sentía eso desde que aprendí a esquiar en la ruta "punta del volcán Chillán - cancha de los tontos"... a mi no más se me ocurre...

El carácter me jugó una mala pasada que a final de cuentas, aunque el Cote no me entendiera en el minuto ni lo haga aún, fue la única forma que encontré en ese momento de enfocarme en el objetivo final hasta lograrlo... que no era llegar al final, sino que acabar con el martiro... Lo mandé sólo a seguir con su subida porque yo me iba si o si, hasta plata me pasó para pagar la gondolita famosa. Con la cabeza tibia, traté de devolverme, cúando se enfrió, me di cuenta de que no era factible y seguí subiendo no más, pero ahora sola con mis mañas y mi botellita de agua rellenada a la que ya no le quedaba mucho...
Dicen que los deportistas, en momentos claves, ganan más por su cabeza que por sus capacidades físicas, y aunque yo no tengo intención alguna de compararme con uno de esos de alto rendimiento (ni medio ni bajo), debo decir que es verdad... Yo físicamente había perdido la batalla como en el escalón 50, osea, hacía mucho rato atrás, pero cuando me concienticé que no tenía vuelta, decidí un plan maestro... como ya había visto que había dos grupitos de mujeres como yo, que estaban tan o más arrepentidas y cansadas, pero que seguían subiendo, opté por medirme con ellas... osea, ellas avanzaban un poco y descansaban. En ese momento yo las pasaba y luego descansaba, después ellas me pasaban a mi y así sucesivamente... Mi cabeza me decía que si ellas podían, yo podía... además, llevaban el doble de ropa que yo y a mi me transpiraban hasta los lentes de sol...

Cuento corto (difícil conmigo si) llegué... y antes que ellas... aunque no mucho. Arriba por supuesto me esperaban casi con fanfarrias, y aunque yo se que la intención era buena, yo no estaba para celebraciones de ningún tipo... De hecho, cuando la Xime me dijo toda amorosa que "ahora puedes decir que lo hiciste", yo contesté un poco amable "que chucha me importa a mi decirle eso a nadie? " la verdad de todo es que me daba lo mismo...

Arriba estaba mi gordo rico que llevaba dos horas jugando con su prima, y además se había sacado la mugre corriendo, así que cuando me vió se mandó el segundo llanto del día, ya que el primero fue cuando vió al padre.
Mientras me lavaba entera en el baño, ellos se fueron a la enfermería a limpiar la herida del Juanjo, y los esperamos para pedir algo de almuerzo. Volvió parchado y con un perro de peluche que la enfermera le regaló para que la dejara trabajar, el cual él bautizó con el poco agraciado nombre de "pichí"... como buen perro, fue una gran compañía el resto del día...

Estando ahí nos entretuvimos entre el show de los leñadores, la visita al oso y el espectáculo de los pájaros. En el primero nos reímos tanto que parece que la señora de adelante estaba un poco molesta con nuestras carcajadas. El Juanjo y yo estábamos tan entretenidos parece que ni cuenta nos dimos de las caras de rabia que ponía la señora, después me contaron. La verdad, me importaba repoco. Para cerrar la visita, paseamos en las sillas nuevas para conocer el resto del lugar, que de puro imaginarlo con nieve me daban unas ganas de volver en invierno!

Finalmente nos fuimos... y bajamos en la famosa góndola que debería haber usado yo para subir. Ahí, mientras observaba el paisaje por las ventanas, logré dimensionar un poco el por qué estaba tan pero tan cansada...
Para cerrar el día, fuimos con la Xime al Queen Elizabeth Park, porque antes de irnos, queríamos ver Vancover de noche. Nos quedaba sólo un día, se nos acababan las vacaciones en familia y aunque parecía increíble, por primera vez fuimos los guías turísticos de la anfitriona...

viernes, agosto 14, 2009

Welcome to Whistler

Por fin hizo calor... ahora si que parecía que estaban en verano... ya estábamos empezando a creer que nos habíamos equivocado de hemisferio...

Día 12 (sab 11 de julio): por primera vez en todo el viaje, a excepción del día fatal aquel... nos levantamos antes de las 9 de la mañana. No se como lo hicimos pero a las 9:30 los siete estábamos duchaditos y rumbo a Whistler. Nuevamente sentí que yo había estado antes en algo remotamente parecido... tenía un aire al centro de Pucón, aunque multiplicado por tres en tamaño, y las montañas estaban al lado... sería como una mezcla entre el centro de Pucón más grande puesto en las faldas de las Termas de Chillán... buena cosa, y acá existe!

Como tontos no somos, sólo parecemos, entendimos altiro que era carito... algo como un lujo alojar allá y levantarse con los sky puestos... someday, who knows...

Después de pasear, adquirir unos lentecitos para el sol que pegaba fuerte, pseudo almorzar, disfrutar de un heladito muy bueno invitados por la cuñi, y dar una que otra vueltecita (se me olvidaba, encontramos el bendito polerón que buscaba la chica!!! tantas especificaciones...) y rostizarnos de calor por primera vez en dos semanas, nos fuimos rumbo a un lago camino a Vancouver. Alice Lake se llamaba el lugar. Bien bonito la verdad, y con el calor que teníamos, vino de perilla para todos, aunque yo lejos de bañarme me tiré literalmente en el pasto a descansar... tenía tanto sueño...

Además, nos fuimos de cabeza a los pancitos con pasta de pollo que el Tuto hizo como a las seis de la mañana... se agradecieron, porque entre ricos y salvadores, los amenizamos con unos doblones y unas bebidas en lata que nos quedaban todavía. Mientras se bañaban, me dediqué a las fotos, y de paso, aproveché la soledad para ponerme al día con mis apuntes. Obvio... si memoria de elefante no me dieron... sólo selectiva, así que si no anotaba ya lo que habíamos hecho los últimos días nada de esto podría contarlo... tenía como tres días pendientes, así que me dediqué a la escritura rápida y luego sólo a observar...

Volvimos cuando ya empezaba a atardecer... había harta gente que se quedó haciendo asadito, nosotros no atinamos la verdad, pero bueno, considerando que no hicimos mucho más que levantarnos y partir, magia no se puede pedir, que la parrilla y la carne no suben solas al auto.

A la vuelta íbamos tratando de mirar el paisaje, pero el realidad nos vinimos ZZZZZZZZZZ
Uf, parece que de verdad venía a cabezasos porque me acuerdo re poco... jaja, ya me acordé (gracias apuntes míos... que haría sin ellos?), pasamos al super!!! pero yo ni me bajé... para variar adivinen quién me acompañó??? si.... el Juanjo...

Como de los picados es el reino de los cielos, llegando a la casa hicimos un asadito... había que recuperar fuerzas para el día siguiente, aunque yo en ese momento ni siquiera sospechaba que debería haberme comido el animal completo...

jueves, agosto 13, 2009

Arte y deporte...

Este día si que fue más relajado... es que el cansancio nos tenía apenas, pero fue provechoso, nos fuimos habiendo al menos pisando un museo de arte, con lo que me gustan!

Día 11 (vie 10 julio): nos costó pero salimos... caminando al Vancouver Art Gallery. Pasa que seremos muy turistas nosotros, pero si hay algo que no perdonamos es la visita obligada a algún museo de arte. No sabemos mucho de pintura, menos de pintores, pero a ambos nos gusta, yo trato de pintar de vez en cuando, y es bueno para los niños. Nos acerca a todos a esas cosas a las que no siempre tenemos acceso, y a lo mejor quien sabe, algo aprendemos aunque sea por osmosis...

Aprovechamos que había una muestra de Rembrandt y otros artistas representantes de la pintura alemana el siglo 17, así que partimos no más. No era un museo muy grande, y tampoco había mucho de Rembrandt, pero si había hartas cosas interesantes, como una ambientación entre pisos de una casa común y corriente, que a medida que uno subía, cambiaba de década... partía una ambientación de los 60, donde habían las mismas cosas que en la casa y el departamento de mis abuelos... lo que más me llamó la atención, la libreta de teléfonos, esa que tenía las letras afuera y se corría una especie de marcador y se supone que se abría en la letra elegida... no siempre funcionaba...


Después de recorrer los cuatro pisos sin poder sacar ni una mínima fotito (estaba prohibido entrar con cámara), y de recibir una llamada de atención por el Juanjo (están poco acostumbrados a los niños parece porque mejor no se pudo portar), que parece era más a los papás que al niño... algo como que "no lo perdiéramos de vista", nos fuimos a completar las compras faltantes, los regalos y demases...

Nos juntamos camino a la casa con la Xime, nos acompañó en las últimas compras y aprovechó de agregar un par de regalos más para que nos trajéramos. Después de encontrarnos todos, nos fuimos al paseo que esperábamos hacía días, un recorrido en bici por el Stanley Park, que nos iba a permitir conocerlo mucho mejor y todos juntos.

Aunque no lo crean, yo también andaba en bici... a mi me encanta la bici, pero piola... o sea, derechito y ojalá un camino al menos preparado... para turismo aventura no estoy hecha, y lo poco de espíritu aventurero que tenía en ese ámbito me lo quitaron de a poco ciertos acontecimientos de la vida, como casi quebrarme la nariz cuesta abajo en el campo de mi madrina, casi quebrarme entera cuesta abajo en una cancha de bicicross (esa vez me eché la mountain de la Marcia... y no éramos ni yuntas como ahora) y ver hasta los huesos de las rodilla de una amiga de mi prima por tirarse cuesta abajo también... Ver las múltiples caidas de mi marido en estos años de su afición por la bici, al punto de sacar espina por espina... terminaron de convencerme que cualquier accidente lo paga mastercard, pero mi tranquilidad mental no tiene precio...

Volviendo a lo importante, el paseo fue a toda r... Lo pasamos demasiado bien, la bici del Juanjo con su papá era muy entretenida, la Paz iba muy instalada atrás de su mamá, la chica se paseaba entre unos y otros, y el Tuto y yo oficiábamos de fotógrafos. Fueron 9 kilómetros de recorrido en un parque realmente hermoso, con múltiples vistas de la ciudad tan hermosas como el parque mismo. Igual si tengo una quejita, bien chilensis, dentro de mi mentalidad un poco más desordenada (comparada con estos gringos, cualquiera es desordenado), me supera que el recorrido tenga sólo un sentido... ¿cómo va a ser que siempre el paseo sea para el mismo lado?, dejo abierta la inquietud...

Para terminar un día top, que mejor que comida top... las mujeres mayores de 12 años nos fuimos a comprar sushi para todos, a la picada ubicada en el barrio gay de la ciudad. Nosotros si que no estamos acostumbrados a eso, y yo respeto la diversidad, pero es como too much... cuesta ambientarse...

Luego de ver como la Paz se devoraba el sushi, realmente s o r p r e n d e n t e, deleitarnos todos, y servirme una merecida cerveza, me armé de valor y llamé al call center de air canadá para hacer la reserva del vuelo a Los Angeles. Esta vez no quería repetirme el plato anterior... y aunque el temor de pasar un momento (horas en realidad) como el anterior lo tenía guardadito, era algo que no me dejaba tranquila... Al menos ahora ya no tendría que saltarme filas de gente para generar reserva, ya que seguramente a las 5 de la mañana nadie me iba a dejar pasar tan piola como la primera vez...

martes, agosto 11, 2009

Lo mejor de Vancouver... lejos

Ya nos habían dicho que esto era algo que no nos podíamos perder... y valía lo que cobraban. Plenamente de acuerdo...

Día 11 (jue 09 de julio): cada día cuesta más levantarse... pero como hoy había auto, partimos raudos al Capilano Suspension Bridge. Ya la Xime nos había hablado maravillas de esto, y Thomas, el amigo de dinamarca, también nos había comentado que a su parecer, era lo mejor... algo así como un "imperdible". Esta vez no pillamos alguien buena onda que nos regalara el ticket de estacionamiento porque ya se iba, pero si en la fila para comprar la entrada, una señora nos regaló unos tickets de descuento... así de la nada...

La verdad es que lo uno diga es poco... es muy entretenido!!! Acá es cuando da rabia que tengamos tantas cosas lindas pero no las aprovechemos como se debe... Sin exagerar ni pecar de "tercer mundista" como me dijeron por ahí... nosotros tenemos paisajes tan o más bonitos... es cosa de ir al sur no más... ya de colbún en adelante uno encuentra una cordillera que es la envidia de los países más lindos del mundo... ¿Qué pasa entonces?, ¿en qué fallamos?. Yo, siendo bien provinciana para mis cosas, y a mucha honra, me sentí gran parte del tiempo recorriendo los alrededores de los lleuques... cuantas veces no paseamos por ahí un día entero, y siempre parecía una aventura... a veces creo que ni siquiera es que falten recursos... es que alguien se los roba antes... en fin

El puente colgante en si ya es una experiencia por si sola... dan nervios, y hartos... pero sin pasar por ahí, uno se pierde todo lo demás, que es tanto o más bonito que el puente. Una ruta en el bosque entretenida para todos, y lejos lo mejor, el camino entre los árboles, realmente toda una experiencia que vamos a guardar en el cajoncito de las mejores cosas que hemos disfrutado juntos.

Como todo no podía ser tanta maravilla, cabeza dura Cote se pegó con la máquina de fotos en la cabeza por reirse de la chica (Dios castiga pero no...) y el zoom de la máquina cooperó... menos mal que tiene su lado chasquilla el hombre y para el final del día ya la había arreglado bastante.

Después de almorzar, fuimos a conocer el Queen Elizabeth Park, sede Vancouver (estoy cachando que es un nombre bastante popular para los parques...). Por desgracia no teníamos mucho tiempo, así que los jardines maravillosos que pillamos casi al final del recorrido quedaron para la foto en perspectiva no más... haber sabido antes...
Se veía todo Vancouver, y se veía lindo...

Como no habíamos caminado nada (lease con tono irónico) no se nos ocurrió nada mejor que a la vuelta, irnos con la Xime de shopping!!! Pero, me pregunto yo... ¿seríamos las mujeres lo que somos si no tuviéramos aguante para igual ir de shopping??? nooooooooooooo así que vamos no más... y volvimos con zapatos, zapatillas, regalos, etc. Paseamos bastante, aunque el objetivo principal, que era el vestido para el matri de la Miriam a la vuelta a Santiago, no se cumplió... pero daba lo mismo, al menos vitrineamos y ya sabíamos donde ir después... Igual encontré unas poleras hermosas para mi papá y mi hermano, y para el Cote, que me había pedido un regalo...

Si alguien piensa que hasta acá llegó la cosa, está muy pero muy equivocado (a)... todavía quedaba día, o noche, para rato. Después de volver al dpto y picar unas ricas "gordas" a la parrilla (otra vezzzzz como diría el Juanjo), y deleitarnos calentando motores con un rico pisco sour, ambos dos, es decir, los adultos visitantes, solicitamos autorización para dejar encargados a los niños (que se portan regio!!!) y salir a carretear... Obviamente los cuatro no podíamos, y además los pobres al otro día trabajaban. Ya les teníamos bastante trastocado el horario a los tres como para pretender que salieran de carrete un jueves en la noche.

Ya lo sabíamos, allá se carretea hasta temprano... pero se pasaron!!! Llegamos a las 10:30 a un restaurant-pub y la cocina ya estaba cerrada... así que nos limitamos a una cervecita made in house... Como entendimos que la cosa no era que bruto que movida, nos fuimos, no sin antes pedirle datos a la niña que atendía el pub, que nos mandó con rumbo no tan conocido. Caminamos un par de cuadras y nos encontramos con un lugar que parecía entretenido, y no tenía pinta de cerrar muy pronto, al contrario. Resultó siendo el lobby de un hotel que oficiaba de pub... bien elegante, con muestras de tragos de colores de regalo, y con un todo un personaje la chica que nos atendió. Para suerte nuestra, su primer día... de todas formas era entretenida la niña, igual a una actriz-humorista que estuvo en el festival de viña y le fue como las peras... crespa, colorina, flaca y loca... pero buena onda. Como ahí no terminaba a cosa, la guinda de la torta la puso el Cote cuando volvió del baño, con una cara... Según me contó, mientras hacía lo que tenía que hacer, me veía muy sentadita a mi y la gente de al lado vía cámara en circuito cerrado...plop! Como es copuchento, aunque lo niegue a morir, me mandó a mí a averiguar si en el baño de las mujeres había algo remotamente parecido... Traté de negarme, pero al final partí no más. Efectivamente había cámaras... pero como las mujeres no estamos tan expuestas en nuestra intimidad en esos lugares, encontré la camarita amiga en el único lugar común... entre los espejos de los lavamanos... Ahí estaba él, solo, esperando que yo llegara y le confirmara lo que ya sabía...
Nos fuimos tipo 12... caminando con una calma y seguridad que no teníamos hace tiempo, a terminarnos el pisco sour que habíamos dejado en la casa...


lunes, agosto 10, 2009

Una que otra cosita...

Fin de semana mediante, sigo tratando de ser constante... me salió verso sin mayor esfuerzo, si hubiera querido no me habría salido... a lo Eglantina Morrison...

Día 11 (mie 08 de julio): y vamos lloviendo... algo se ensañó con nosotros o que... yo que me jactaba de que siempre me tocaba tan buen tiempo donde se me ocurriera ir, esta vez tuve que tragarme mis palabras... y eso que se supone era verano! Dadas las circunstancias, a la Xime se le ocurrió la genial idea de que fuéramos a otro mercadito donde además de pasear y conocer bajo techo, el viaje era entretenido y podíamos almorzar. A los que les dijeron...

Cuando salimos no llovía nada, así que nos fuimos caminando rumbo a la estación desde donde salíamos al mercado. Aprovechamos la caminata para conocer una iglesia cerca del departamento, y preguntando preguntando, finalmente dimos con el "seabus" famoso. ¿El por qué del nombre? "osvio", era algo como un bus grande que cruzaba por el mar... y nos llevó raudamente al "Lonsdale Quay Market"....mmmm hay mejores.... al menos los dos anteriores, pero estuvo bien, tenía una linda vista del downtown de Vancouver, además que el viaje ya era novedoso. El almuerzo fue un fiasco si, para nosotros al menos. Los niños le achuntaron medio a medio con sus fideos uno y su comida china la otra... en nuestro caso, esos camarones que vimos en la entrada y nos tenía jurando que eran los mejores que íbamos a comer en nuestra vida no resultaron ser tal... al contrario, parece que no como camarones desde ese día... helados, picantes y chicos... plop!

Nos fuimos... aunque ahora llovía que se las pelaba, como en el sur y a la antigua... de arriba hacia abajo.

Cruzamos de vuelta en el mismo seabus, y llegamos a una estación realmente hermosa... por la cual por fin dimos con el famoso Gastown... nos moríamos por conocerlo, no tanto por cultura general, sino porque ya nos habían dicho que ahí vendían de todo para llevar de regalo... 11 días y todavía no teníamos ni un llavero de regalo para el familión que nos esperaba en chilito. Y como no sólo es para la familia, la lista se engrosaba cada vez que hacíamos pensar un poco a las neuronas... y eso que andaban lentas con el letargo propio de las vacaciones...

Así no más era, lleno de tiendas de souvenirs, unas mejores que las otras, también precios distintos en algunas, pero en general, si de ahí no salíamos con todo lo necesario, estábamos medios fritos... ojo que no son cualquier regalo... las variables de decisión son muchas, empezando por el bueno-bonito-barato, a lo que se agrega la usabilidad-novedad-imagen país-calidad... y otros, que varían según el destinatario del regalo.

Además de ser el barrio de los souvenirs, de verdad es lindo... parece que uno estuviera en Londres... en como Victoria, pero en pocas calles. A mi que además Londres me encantó por donde lo mirara, estaba en mi salsa, fotos iban fotos venían...

Por suerte andábamos de nuevo con el coche de la Paz, que aunque no es muy práctico para entrar a las tiendas, para las bolsas y la caminata que todavía nos faltaba fue un gran apoyo. No puedo decir que nos aburrimos de comprar, pero si había que seguir avanzando, así que para cerrar el circuito partimos rumbo a Chinatown. No nos llamaba mucho la atención a ninguno de los dos, pero hay cosas que "hay que". Eso nos significó pasar por el que al parecer sería "el" barrio malo de la ciudad... una calle llena de gente sin casa, pero peor aún, sin rumbo... por lo poco que alcanzamos a cachar, la droga es problema aquí y en la quebrada del ají. La diferencia, allá los tienen arrumbados en un sector determinado y les proveen lo que necesitan para seguir sobreviviendo en este mundo, aunque sea drogados... Parece que eso responde a alguna política de seguridad y salud, que si bien suena medio lógica, no resuelve el problema de fondo, pero al menos atenúa robos y violencia. No soy quien para cuestionar si está bien o mal, si es menos digno o no, al menos me queda la sensación que sea como sea, funciona mejor que por estos lados... está como para darle una segunda vuelta...

Ni cuenta nos dimos cuando ya estábamos listos para la foto con el portal que indica que llegaste al Chinatown... y seguimos rumbo al jardín botánico, que de verdad verdad, era lo único que nos interesaba ver de todo eso, y de mutuo acuerdo. Para variar nos encontramos con que había que pagar entrada... Después de llamadas varias, en que la Xime nos dijo que estábamos equivocadísimos y que ella nunca había pagado un peso, caminamos unos pasitos y nos dimos cuenta que en esta oportunidad, como muchas veces en la vida, hay dos versiones correctas... Efectivamente había un pedazo de jardín en que no se pagaba, pero era pequeño... para pasar a la otra parte que se veía muy bonita también, si había que pagar entrada. Chabela no más... ya eran como las 4 de la tarde, estábamos cansados y estaba que llovía y no llovía... seguimos caminado...Ahora el objetivo, final esta vez, era el Science World Center, una construcción bien llamativa a la distancia, medio parecida al Epcot Center...Era lejos... caminando claro... y por suerte la lluvia paró definitivamente, ya que allá nos quedamos por harto rato, mientras los niños jugaban y nosotros tratábamos de comunicarnos con nuestras mamás en Chile. Ese fue el primero de mis intentos fallidos de hablar con mi madre... antes no lo había intentado principalmente por los horarios, tanto la diferencia nuestra como los de ella en el trabajo, y para llamar tenía que ser a su casa.


Después de un rato de descanso, nos vinieron a buscar. Ahora, en auto, nos íbamos de paseo por unas playas y finalmente a English Bay, el sector donde después de caminar su resto, llegamos a la escultura que habíamos visto innumerables veces en llaveros, imanes, collares, fotos, etc. Era el Inukshuk, escultura que representa la imagen del hombre para los Inuit, nativos de Canadá y que han habitado tierras Canadienses desde antes que los exploradores Europeos llegaran a éstos territorios.

Después del minuto cultural, y de un amurramiento sin mucho resultado de la comadre, nos fuimos... con o sin ella... jaja. La verdad es que nosotros a esas alturas ya estábamos muertos... y los pies, ni decir, yo ya ni los sentía... llevábamos como 10 horas dando vueltas...

Para cerrar el día, nada mejor que un buen asado, aunque sea en el balcón, y un vinito de los nuestros... eso dió ánimos para irse a acostar habiendo ya guardado en la nueva adquisición familiar (un disco externo gigante...) las muchas fotos que teníamos ya en la cámara... No podía ser de otra forma, ya no nos quedaba ni espacio...



Hubo un minuto, cuando llegamos, en que sin querer me encontré viendo a la Paz mientras se sacaba sus zapatos y sus calcetas... "shola", como dice ella... y me dió una mezcla entre alegría y nostalgia... uno se pierde cosas de ella con esta lejanía. Quizás para cuando la vea de nuevo ya sepa abrocharse los cordones... me la imagino igual de concentrada poniendo sus deditos para que no se desarme el nudo, quien sabe... y quizás dónde...

viernes, agosto 07, 2009

Un día agitado...

Bien dicen por ahí que "el hombre propone y Dios dispone..." en este caso era yo, bien mujercita para mis cosas, mina para otras, pero no pude... entre reuniones de curso (dos a falta de una) y dentista para la chica, con suerte he tenido tiempo para llegar a la casa y dedicarle lo que queda a los niños... acá vamos con el resto del viaje, y todavía me queda como semana y media por relatar!!!

Día 10 (ma 07 de julio): chuta... menos mal que habíamos descansado un poco el día anterior porque como se nos vino la mano... uffff. Igual nos habíamos acostado tarde... sobretodo yo, que apenas el Cote me dijo que había una preventa para Depeche que empezada justo ese día, casi le quito el computador de las manos para no perder la oportunidad... No iba a ser por estar a miles de miles de kilómetros de distancia que no iba a comprar inmediatamente mi pasaje al que podría ser uno de mis mejores momentos de año (musicales por cierto), además, para que existe internet sino...


Antes de salir, el Tuto nos dejó las llaves del auto y un regalo... Ivonne nos había enviado en la mañana, cuando dejó a la Paz en el child care, una entrada para el Vancouver Aquarium!!! No se si le dimos las gracias todo lo que debíamos, porque nos alivianó económicamente mucho la visita y era algo que había que conocer.
Partimos entonces, con claros indicios amenazantes de lluvia, rumbo al primer destino cultural del día. GPS en mano, nos fuimos a la UBC, que tenía adentro el MOA, Museum of Anthropology. La verdad es que había más expectativas sobre el museo, pero en la suma y resta, siempre es bueno conocer museos... Será que después de tanto moai y una Isla de Pascua que estremece de puro pisarla, como que los tótems no impresionan mucho, y eso unido a que no era muy grande que digamos, nos costó enchufarnos. Pero como siempre hay algo bueno, la exposición de porcelanas nos salvó el viaje absolutamente. Finalmente, el paseo por fuera y el entorno en general de la universidad valían el viaje y el tiempo invertido. Igual el museo era lindo.
Después nos dedicamos a pasear por lo que pudimos recorrer de la UBC. Grande como ella sola, nunca le achuntamos mucho con el sentido del tránsito ni con las calles peatonales, pero por ganas no nos quedamos.

Viéndole el lado bueno al asunto, consideramos que con lluvia, por muy intermitente que fuera (ojo que los cuatro veníamos saliendo de la porcina... y mi niño hermoso de neumonía...), había que evitar mojarse igual, así que decidimos ir altiro al Vancouver Aquarium, a entrada regalada no se le miran los dientes, jeje. Seguimos con más regalos, ya que una señora que se iba del estacionamiento nos regaló sus ticket pagado por todo el día... Todo quería que fuéramos al acuario!!! Los otros tickets los pagamos nosotros por supuesto, pero definitivamente, como todo acá en Vancouver, pagar vale la pena. Estuvimos como 4 horas recorriendo el dichoso acuario, que no terminó de sorprendernos. Además de encontrar a Nemo, encontramos una película 4D, recién estrenada, que me tuvo al borde del colapso con los pies arriba de la silla (pucha que salté...) porque para variar tenían que aparecer esas cosas que no puedo ver ni en monos animados... y al Juanjo instalado en las piernas de su padre. No pude contenerme para no demostrar mis nervios... Aparte de los minutos que pasé con los ojos cerrados, la experiencia era top... además del efecto tridimensional, esto de aplicar sensaciones definitivamente marca la diferencia.
No queríamos irnos sin ver a la famosa beluga... al final de cuentas, la foto principal del acuario es la beluga!!! Costó pero lo conseguimos, después de mucho esperar interminables filas de gente debajo de la lluvia, un poco antes de que cerraran, pudimos unirnos a una fila menor y con menos posibilidades de mojarse... Nos fuimos felices de tener un día cultural y entretenido para todos, además de apurados porque el amigo de la Xime que venía a alojar al departamento nos llamaba y llamaba al celular de ella, y ya lo veíamos al pobre parado abajo del edificio con la hija y las maletas mojándose hasta los calcetines...

Por suerte cuando llegamos al departamento no había pasado nada de lo que imaginábamos, Thomas y Caroline (o era con K? no se...) todavía no llegaban... Para suerte nuestra, ella tenía la edad de la chica, así que a pesar de lo cansados que estábamos, partimos todos muy de acuerdo a patinar en hielo. La chica le había dicho a la Xime que quería aprender a patinar en hielo, pero por la época, ya no había canchas abiertas hasta el próximo invierno. Como la cuñadita es movida, no se demoraron nada en encontrar una cancha abierta... y que mejor, resultó ser el gimnasio construido para las próximas olimpiadas de invierno del 2010. Los rotitos, después de arrendar implementos y lanzarnos, podemos decir que aprendimos a patinar ni más ni menos que en la pista oficial de competencia en hielo de las Olimpiadas de Invierno Vancouver 2010.
Yo además, a mucha honra, puedo afirmar también que me traje un poco de pista conmigo... me saqué la mugre dos veces... la segunda peor que la primera, pero también debo agregar que fueron cuando ya andaba sola y la última vez, más encima me estaba embalando... De hecho, todavía conservo rastros de moretón en mi linda rodilla derecha... pucha que me caí fuerte... todo por darme vuelta a saludar al Juanjo que venía con la Xime... por más que intenté equilibrarme de nuevo, fue en vano... Me habría gustado verme desde afuera, me habría reido harto...
Lo pasamos chancho... todos... los niños, los grandes, las medianas, y de paso, la María Jesús nos demostró a todos, y mejor aún, a ella misma, que se puede comunicar perfectamente en inglés con cualquier persona... Si a estas alturas parecía que el Juanjo hablaba más que ella!

Cerramos el día (y que día...) con una entretenida conversación con Thomas, que de paso aprobó totalmente la dichosa "piscola" y se llevó datos para cuando su hermana viaje a conocer Chile.
Por su parte, esa señorita que no quería hablar nada, terminó narrando un libro entero en inglés... y de esos de 800 páginas... casi tuvimos que obligarlas a acostarse...

La mejor del Juanjo... esas que no se olvidan... sentadito al lado de su padre, comiendo en la mesita de Dora la exploradora con su prima, Thomas pregunta, obviamente en inglés... "How old is he?", y antes de que alguno de nosotros reaccionara siquiera, él levanta su manito derecha y le muestra cinco dedos...

Y dicen que los niños no entienden... y no me refiero al idioma...


martes, agosto 04, 2009

A conocer Vancouver...

Hube de romper mi autopromesa... no he podido escribir hace días, y me habría gustado hacerlo, pero esta vez había temas de fuerza mayor que privilegiar... acá vamos de nuevo, si Dios quiere, no más interrupciones.


Día 9 (lu 06 de julio): teníamos la pura intención de salir temprano hoy a recorrer por fin la ciudad, llevábamos una semana en Canadá y aún no veíamos Vancouver de día!. Era obvio que con lo cansados que estábamos, no nos íbamos a levantar temprano... Así no más fue, salimos recién al medio día, y primero que nada había que cambiar dólares por dólares...

No nos tocó un día muy bonito como recibimiento, pero dentro de todo, la lluvia hacía serios intentos por detenerse cuando no estábamos caminando bajo techo, y nos dejaba unos momentos de respiro para avanzar sin mojarnos de vez en cuando. Después de todo, tampoco era lluvia lluvia...

A recomendación de la anfitriona, nos fuimos a conocer Grandville Island, un mercado bastante grande y bonito, con literalmente "de todo". Para eso, tuvimos que caminar por el centro hasta tomar un botecito pequeño, que las oficia de taxi acuático. Este nos llevó al mercado, y en la tarde también nos trajo de vuelta.

De más está decir que era enorme... hasta con mapa nos anduvimos moviendo, para no darnos vueltas en lo mismo considerando que el tiempo se pasa volando. No dejó de impresionarnos lo ordenado que estaba todo... y lo caro de los limones!!! Se nota que allá le hacen poco al pisco sour, porque es para llorar el precio del kilo de tan importante ingrediente. Bueno, no saben lo que se pierden...

Además de tanta cosa que admirar, la gracia estaba en que se construyó todo aprovechando los espacios que deja un puente... mientras acá, se quema el muelle Vergara y parece que hasta se alegraban con eso...

Lo que más nos llamó la atención... una maqueta que enseña el proceso del cemento (me salió la ingeniería con tutti...), un negocio con esas bolitas de agua que tienen cosas adentro... se pasaron, hermosas a morir... y caras también. Lástima no haber podido sacar una foto del arca de noé con sus animales dentro de una de ellas... todo un arte. Para que hablar del Kid's Market... grandes esfuerzos por explicar que no podemos comprar todo el primer día de paseo oficial... y por último, la cervecería. Sí, ahí mismo, al frente, un lugar para degustar, tomar y comprar! Además, era bien buena...

No nos dimos ni cuenta cuando ya eran las 5 de la tarde... y en el departamento nos esperaban para ir a buscar a la Paz a su child care. Extraño el sistema, una persona acreditada por el estado cuida un número bien limitado de niños en su casa, con espacios adaptados para eso... Será que estamos más acostumbrados a los "apatotamientos"??? Ni mejor ni peor, pero si distinto. Luego de que la pioja chica nos recibiera con gritos y saltos varios, aumentados por su emoción de ver al Juanjo, aprovechamos de conocer a Ivonne, que es quien la cuida. Al día siguiente nos enteraríamos que tal visita nos había reportado beneficios... jeje.

En vista y considerando que seguía lloviendo, nos fuimos a pasear en auto al Stanley Park, la familia completa. Nuevamente la lluvia se paleteó con nosotros, y nos dejó bajarnos en varias oportunidades para conocer los Tótems, puentes, ver a un mapache en vivo y en directo, sacarnos hartas fotos y demases.

Como todo no es paseo, de vuelta había que pasar al super... Nuevamente los limones fueron protagonistas de la historia. Todavía me acuerdo de la cara de la cajera cuando me preguntaba si estaba segura segura que quería llevar 17 limones... "are you sure???", "Si, claro que estoy segura"... "sólo estaba confirmando...." (todo en inglés claro, pero no me voy a poner spanglish para escribirlo...).

Para cerrar el día... casa... comida... y un buen pisco sour... las piernas y el cuerpo lloraban por un merecido descanso...