martes, mayo 12, 2009

Si, algo respecto al 10 de mayo...

Y llegó el día de la mamá… y yo bloqueada para escribir… que me gusta tanto además. En fin, la semana terminó bastante mejor de lo que había empezado, después de todo, me permitía pasar este día con mis retoños propios y con esos dos gordos ricos medio adoptados que tengo, que ahora dan besos babosos y sonríen coquetos cuando me ven llegar.

El día no deja de ser lindo, todos dicen que todos los días deberían ser el día de las madres… yo, para variar, no estoy de acuerdo… si seré atravesada no? Está bien que sea uno no más, porque a veces las mamás no somos todo lo buenas que deberíamos, ni todo lo amorosas que nos hacen parecer en los comerciales de pañales… muchas veces estamos cansadas, enojadas con los niños, ponemos mala cara con los olores de los pañales, y de vez en cuando los gritos se escuchan hasta en la esquina… porque ¿quién dijo que era fácil?, nadie… Entonces, como no va a ser lindo que por un día en el año, todos (incluidos los hijos) se olviden de “esos días” o “esos momentos”, y nos hagan parecer la mejor persona de la tierra, la reina de la casa y la mejor mamá del mundo… porque al final de cuentas, yo ese día me sentí la mejor mamá del mundo… aunque sé que no siempre lo soy, a veces disto mucho de eso…

De todas formas, es bueno el reconocimiento al esfuerzo y al aprendizaje continuo… algo como “mejora continua de procesos de ser madre”, donde el segundo hijo ya tiene procesos rediseñados… e imagino que con los siguientes la cosa ya entra a un ciclo casi perfecto, o no?.
A mí me basta con este día, con el desayuno a la cama y con las tarjetas hechas a mano, que dicen cosas que siempre me hacen llorar de emoción, ya sea por el contenido o por que demuestran que cada año crecen más y aprenden tan rápido… Este año por primera vez mi niño hermoso la escribió sólo… y bilingüe… Ella en cambio, me hizo sentir casi santa… cosa que al parecer yo no hacía con mi mami, pese a que hoy reconozco sus esfuerzos, en algún minuto pequé de “asertiva” con mis tarjetas en estos días que eran de celebración incondicional. Ella lo toma con humor… eso es ser buena mamá…


El desayuno, las flores, los regalos comprados y los hechos a mano, la compañía, el día en familia, todas las mamás juntas, los saludos de mis amigas y hasta de las señoras de los negocios que me veían chalupear con mi hija, todo eso sólo hace el día más lindo y no dan ganas de que termine…

Un día que empezó con un jovencito medio dormido que iba a buscar su regalo del escondite en que lo había guardado, mostrando por primera vez su total complicidad con la celebración, y que terminó con un comentario de mi hija (mi conejilla de indias en esta labor de mamá) que me llenó el corazón de orgullo… cuando en las noticias hacían el típico reportaje y una mamá con muchos hijos era entrevistada, ella dijo algo como “las que trabajan podrán no entenderlo, pero mi prioridad son mis hijos”… ella, mi niña hermosa, la misma que este año me tiene estudiando cuanta cosa ya se me había olvidado, saltó solita y dejó en claro su desacuerdo… “qué les pasa con las mamás que trabajan, me carga que siempre digan eso, como si fueran menos mamás o quisieran menos a sus hijos…”, acto seguido termina con un “¿verdad mami?, tú trabajas y eres la mejor mamá del mundo…”

Gracias gorda linda… no tienes la menor idea de lo que ese comentario inocente significó para mí en el cierre del día de la madre…

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