El encanto del Karaoke

Ya se por qué me gusta tanto el karaoke... me costó pero lo descubrí...

Siempre pensé que era porque me daba la posibilidad de cantar a mi, con menos vergüenza de lo habitual, pero no...

La semana pasada, en la fiesta de la pega, lo entendí... resulta que además del show de este año (Américo, pero lejos mejor Juan Luis Guerra el año pasado, al punto que me acuerdo y me duelen las piernas de tanto bailar) y el DJ que después nos tiene bailando hasta altas horas de la madrugada, en esta oportunidad hubo Bar Karaoke, pero no cualquiera. Como todo, estaba organizado lo mejor posible, y parece que los que cantaban lo sabían, porque de esos desafinados que se suben por el solo gusto de cantar hubo pocos, tanto así, que yo no me atreví...

De a poco empezó a subir la gente, cada uno con un poco más de confianza que el otro, y a medida que empezaban a cantar, me daba cuenta de la emoción que sentían cuando lo hacían. En algún momento comenzaron las canciones en inglés. ¿Alguien hizo el loco?, para nada, pronunciación perfecta y en más de algún caso, se la sabían de memoria.

De a poco me fui encantando yo también, y sin darme cuenta, en un minuto me paré y noté que había mucha más gente de público de la recordaba. Había voces mejores que otras sin duda, pero varios de los menos talentosos encantaban con su presencia mucho más que los otros. Así fue que de a poco noté lo entretenida que estaba, y no solo porque cantaban realmente bien, sino porque descubría en esa gente carisma mucho más allá de las apariencias... eso es lo que hace que uno se encante con los artistas... así como horas antes mucha gente vivía con la presentación de Américo.

Me fui contenta, aunque claramente no me subí a cantar, en esta oportunidad, el escenario era de esos que realmente fueron favorecidos con un talento que genera emociones tan difíciles de explicar... no me llevé una anécdota propia, sólo una flor de alguien que si se atrevió a vivir su sueño por 3 minutos y medios...