jueves, septiembre 13, 2007

Uf...

Pucha que es temperamental mi hijo... Hoy tenía que ir con un disfraz de huaso al jardín, considerando las fechas era como obvio. Ahí figuraba yo, anoche, haciéndole una manta de huaso para el dichoso disfraz que yo sabía no iba a ponerse. Dejé hasta un carrete que prometía ponerse bueno bien temprano... Igual algo he aprendido en estos casi 4 años de conocer a este piojo chico mañoso. Como intuía que el disfraz iba a quedar relegado antes de cualquier cosa, opté por lo fácil, cartulina negra y papel lustre con los colores patrios. Con eso podía hacer una manta bastante decente, la que junto al sombrerito de iguales colores ya era suficiente como para caracterizar al niño como un huasito chileno. Pero cómo lo conoceré, que hoy a las 6:30 de la mañana se apareció por mi pieza con sombrero en mano diciendo de entrada que eso no se lo ponía... "no me usta", dijo, para luego instalarse a seguir durmiendo en mi cama. La verdad es que no me sorprendo, ya me pasó antes cuando quisimos disfrazarlo de "shuperman" y de "ayaso". Al final el disfraz llega en la mochila al jardín por si en una de esas quiere ponérselo...
¿En qué irá eso?, ¿cómo alguien de un metro de estatura puede ser tan llevado de sus ideas?, ¿cómo, a la vez, puede ser igualmente tierno y cariñoso?. Toda una incógnita para mí... pero se transforma en una preocupación cuando me proyecto a futuro, y las decisiones van más allá de ponerse o no un disfraz.

No hay comentarios.: