Cuento que la semana pasada estuve a un pelo de escribir tantas veces... pero el tiempo definitivamente no me da... Primero me enfurecí con tanta denuncia televisiva de como robar en este país y no morir en el intento... Codelco, inmobiliarias abusadoras, los concejales que viajan por el mundo a costa de necesidades básicas y no tan básicas de las comunas, luego la bencina de los diputados y su afán por justificar que son los únicos que trabajan de sol a sol... hay que ser bien cara de... como si no hubiera chilenos que trabajan sábados y domingos, o 14 horas diarias... si la única diferencia es que no les pagan 5 millones ni mucho menos se autoregulan el sueldo y los beneficios... noooooooo si así no se puede...
En fin (siempre digo eso) menos mal que no le dediqué un post completo a tanto ladrón encubierto que anda dando vueltas de ministerio en ministerio... porque a la colita de tanta rabia viene el notición de la semana.
Mañana, martes 26 de agosto del 2008, si Dios quiere y nada dice lo contrario, tipín 9 de la mañana me encontraré con mis dos sobrinitos en brazos!!! por fin!!!. A mi hermano y mi cuñada se les ocurrió la brillante idea de adelantar el parto una semana a lo programado. Por suerte los guatones están grandes y creciditos, así que todo indica que no es problema. Lo único que no me gustó de la iniciativa es que para variar estoy atrasada con el regalo...
Al minuto me puse las pilas con los cubrecamas y todo su juego de cuna... porque son dos, of course, entonces todo es doble... jeje. Por lo mismo, entre el apuro y la cantidad de pega, tengo los dedos hechos colador de tanto pincharme con la aguja, jaja. Como buena "artesana" tenía la obra gruesa lista, pero me faltan (nótese que es presente) las terminaciones... que es lo más lento...
Pero no importa, me puse las pilas y espero que para cuando lleguen a su casita, además de todos nosotros, sus juegos de cuna estén ahí esperándolos... llenos de ovejitas y vaquitas y bien alegres, igual que su tía que se los imaginó de colores bonitos para darle alegría a su pieza, los ideó, buscó los géneros, los armó y sigue cosiendo como loca... aunque estoy segura que le broche de oro se lo van a poner ellos, cuando lleguen a llenar su casa de gritos, llantos, risas y mucha alegría, esa que nos dieron ya hace 8 meses, cuando se les ocurrió llegar con bombos y platillos, porque estos niños se las traen... no podían venir de a uno, tenía que ser así... espectaculares desde pequeñitos...
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