viernes, noviembre 07, 2008

Un gran momento...

Que entrete escribir esto... para ser bien honesta, el lunes quería escribir de mi día de furia... pero resultó que era tal mi enojo ese mismo día que preferí decantar un poco y tomar aire...al día siguiente, seguía con ganas de hacer una catarsis escrita, pero la noticia del día de a poco empezó a llamar mi atención, y me encontré de repente conectada a cnn online, y entretenida tratando de entender el mecanismo electoral de estos gringos... En la noche, ya en mi casita, el Cote comenta que no entendía por qué todos estaban tan pendientes de los gringos, como si nos fuera a cambiar la vida... yo me sentí tocada con el comentario y salté al segundo defendiendo mi hobby del día... (además de agotar mis neuronas con la maratón del proyecto...) "yo he estado super pendiente todo el día, pero no porque me interese quien va a ser presidente, sino por lo que significa un presidente de raza negra en gringolandia... eso es lo que me llama la atención...", después de pensarlo un segundo, me encontraron un poco de razón... o al menos entendieron mis motivaciones.
Me quedé pegada con el tema esa noche, mientras veía online los resultados más actualizados de los que comentaban en nuestros canales nacionales... de a poco empecé a ver como ampliaba su ventaja, y me acosté tarde pero contenta, casi con la certeza de que al otro día salía de portada en todos los diarios. Debo decir que se me alegró bastante la semana, que ha sido intensa, cansadora y me tiene la salud en las cuerdas, pero de verdad que no recuerdo alguna vez haber pensado que iba a vivir este momento...
¿Por qué tanto?, se preguntará más de alguno (a) de mis lectores fieles... bueno, los que me conocen mucho saben que yo soy lo menos racista que hay, y más aún, si hay algo que admiro es a la gente que peleó a morir por defender los derechos de las personas discriminadas única y exclusivamente por su origen étnico... Ayer me acordé, con los comentarios radiales, de Martin Luther King... del que hice una trabajo cuando estaba en el colegio. Todavía me acuerdo que para Filosofía, teníamos que entregar una biografía de alguien que admiráramos mucho. Ahí estaba yo, con mi carpetita y muuuuchas hojas y fotos dedicadas a él. Porque me encantaba, así de simple, más explicación no tengo, me bastaba con que hubiese dedicado su vida a luchar contra algo que yo considero extremadamente injusto. El problema vino cuando llegué con mi trabajo al colegio, segura de que ahora sí que le daba el palo al gato en filosofía, ya que entendía repoco a la profe y hasta el día de hoy estoy segura que yo no le caía mucho que digamos... Alguien me dice que la había embarrado con mi personaje, porque la vieja era comunista y los comunistas eran racistas por convicción... (de la primera afirmación no dudé nada, de la segunda, aún no lo tengo tan claro)
Ahí quedé yo, de una pieza... y más rabia me dió por supuesto, porque de irme mal con el trabajo, era justamente por las razones que me había llevado a elegirlo... Al final, no me saqué el 7, así que sospeché su resto pero la pelee hasta el final... y me lo gané, porque según yo me lo merecía... a lo mejor por porfiada es que no me quería la señora...

Ni decir del episodio Ana Frank... lejos uno de los mejores libros que he leído en mi vida, y lejos uno de los personajes que más he admirado... Al punto que cuando viajamos con mis papás a Europa, conocer el lugar donde estuvo encerrada tantos años era paso obligado en el recorrido, no podía ser de otra forma... y realmente estar ahí fue impagable.

Resultó que uno o dos años después, un amigo de mis papás, que de paso quiero mucho, se iba de viaje y pasaba por Amsterdam, así que yo no encontré nada mejor que decirle que no se perdiera conocer la casa de Ana Frank... Cuál sería mi sorpresa cuando me dijo "para qué, ni tonto voy a ir a ese lugar...", yo le pregunté por qué... y más me sorprendió (negativamente por supuesto) cuando me contesta "no me interesa conocer la casa de un judio"... casi me mató de la impresión, y ahí no más se me acabó toda la educación y respeto por mis mayores... No me acuerdo que fue exactamente lo que le contesté, pero si me acuerdo de su cara y de la de mi mamá... aunque ella en realidad se lo esperaba. Sabía que eso me había dolido en el alma, así que ni se estresó con mi enojo, se rió no más... eso creo yo, significa que no fui tan mal educada... De hecho, de ese episodio es que mi tío me bautizó como Mafalda... y quedé así...

Volviendo al nuevo presidente electo, honestamente yo no sé como será este señor, ni como será el futuro de los gringos con él al frente, pero si de algo estoy segura es que hubo un cambio ese día, y me sentí feliz de saber que hay mucha gente que piensa como yo, y que cree de verdad de todos somos en escencia iguales, y no merecemos más o menos por como nos vemos o de dónde venimos, sino por lo que somos como personas, y por la fuerza con la que peleamos por lo que creemos es justo...

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