domingo, noviembre 02, 2008

Buen susto tipo Hallowen...

Estas cosas me pasan a mi no más... bueno, a todos los que estuvimos por supuesto, pero yo la cuento...

Pasó que el sábado fuimos de carrete familiar a la casa de unos amigos que hace poco viven en la comunidad ecológica, para un asado de atardecer... Todo iba de lo más bien, harta conversación gratis, como dicen, caras nuevas, otros temas, otras historias distintas y novedosas que escuchar, incluso una conocida que no veíamos desde hace muuuuuucho, tanto así que ni conocía al Juanjo.

Estábamos en eso, entretenidos mirando Santiago iluminado, cuando se cortó la luz... Nadie se sorprendió mucho, a parecer esto de ser de una generación que sufría harto corte de luz en la infancia, nos limitó como mucho a saber dónde estaban los niños chicos, para que no asustaran. Mal que mal era una casa nueva para todos ellos y con harto sitio...
Todo bien, el dueño de casa empezó a averiguar qué había pasado, dónde se habría generado el corte y si habían más casas en la misma situación. El resto seguíamos conversando y uno de los comensales incluso fue al auto a buscar el coche de su guagua.
Volvió serio, incluso no contestó una talla que le tiramos, y momentos después le dijo a nuestro amigo que fueran a ver el medidor de la luz, para ver si se habría cortado ahí. A esas alturas él, por su parte, ya se había dado cuenta, por la conversación telefónica con el guardia de la entrada, que al parecer éramos los únicos con problemas. Y fueron a ver el medidor... y dieron la luz... y en ese mismo minuto, se daban cuenta que alguien había cortado a luz a propósito y ven gente salir de la casa de al lado...
Yo, por mi parte, apenas volvió la luz, no encontré nada mejor que aprovechar de ir al baño por si se cortaba de nuevo...
Y ahí paso todo... en lo que entré y sali del baño, que fue nada, nuestra amiga estaba cerrando ventanas, postigos, etc... con cara de situación, y yo pregunto ¿qué pasa? y me dicen (ya no se quién contestó tampoco) "... están robando... ", "nos dijeron que nos entráramos todas con los niños y nos encerremos". Yo no entendía nada... mis piojos menos. Los hombres se quedaron afuera, cosa que debo decir interpreté mal al comienzo... pensé que se habían quedado solos, dándoselas de valientes, haciendo el asado. Error, andaban alumbrando con el auto a los ladrones, que estaban robando la casa del vecino y amigo de la pareja que vivía ahí, aprovechando que estaba sola. O sea, se las daban de más valientes aún...
Yo, que todavía no le tomaba el peso al asunto, o bien me afectó menos que al resto, me quedé de pié en el comedor con los niños. Mi amiga cerraba ventanas, cortinas, ponía pestillos y de repente balazo... alguien dijo, "salgan de las ventanas"... yo, of course, seguía en el mismo lugar, sin entender mucho, o sin querer encontrarlo como para tanto...
Cuando vi que las otras madres consideradas se agachaban en un rincón cubriendo a sus niños, me di cuenta que tenía dos alternativas:
- o ellas exageraban y era para la risa
- o yo no estaba cachando nada y tenía a mis niños entre tres ventanas...

Opté por desconfiar más de mi y agarrar a mis cabros, pero no me dió para tirarme al piso... me los llevé al sillón y nos sentamos los tres calladitos...
Así pasamos un buen rato... esperando que los "machos" volvieran... y nos contaran de una vez por todas que cres... estaba pasando.
Por suerte los ladrones apenas se llevaron un reloj y un dvd, el balazo era un arma de fogueo de los guardias, y al parecer ellos no se dieron cuenta, porque de otra forma, volver y darles un fierrazo (como los que dejaron en la casa) era cosa de segundos. Su mala suerte radicó en no saber que ambas casas compartían medidor, y cuando se nos cortó la música cumbianchera con la que amenizábamos nuestro asado, no nos íbamos a quedar así tan tranquilos...
La amiga que no veíamos hace años se fue rapidito... el resto, nos quedamos haciendo causa común y esperando el asado... hambre seguíamos teniendo.

Aunque no pasó a mayores, igual nos fuimos tristes ese día de vuelta a la casa, sobretodo por nuestros amigos que llevan poco tiempo allá y quedaron con una sensación de inseguridad no menor... Un lugar tan lindo, para disfrutar en familia y con amigos, para caminar y recorrer, resulta que no es tan seguro como uno quiere... esa gente estuvo todo el día viendo el movimiento del lugar, robó otra casa antes, y se dió cuenta las veces que entraron y salieron familiares y amigos que viven cerca, entre esos mi amiga y mi hijo...

Yo no se si algún día le voy a tomar el peso a esta historia, porque gran parte de ella siento que me la hubiesen contado más que vivido, aunque sé que estuve ahí, porque la última vez que sentí esa sensación de inseguridad y temor tan grande fue cuando mi hija, aterrorizada, pensó que alguien había entrado a nuestra casa... pero esta vez hice lo mismo... quise creer que nada de eso podía ser tan cierto, o al menos, no traspasar ese temor a mis niños...

Me voy a guardar el nombre de los dueños de casa, porque si para los que estábamos de visita fue por decirlo menos "inesperado", para ellos que viven ahí, de agradable no tuvo nada.

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