martes, enero 02, 2007

Día 5, Jueves 03 de Mayo




y se acabó la aventura... partimos el último día haciendo las maletas y dejando todo bastante ordenado para esperar a nuestro taxi que nos llevaría al aeropuerto a eso de las 7 de la tarde...
Así era entonces que teníamos que aprovechar las horas que nos quedaban... como se puede notar en los días anteriores, lo menos que hicimos fue comprar regalos, por lo que decidimos destinar un par de horitas del día a ese menester no menor... pero antes había que hacer otras cosas que aún sentíamos medio pendientes.
Partimos a conocer el Madison Square Garden, el mismo que el otro día vimos mientras comíamos, pero que no teníamos el valor de conocer en ese momento. Una vez ahí, nos dimos cuenta que el metro era una muy buena alternativa para llegar al Central Park, un poco más al norte que la vez anterior, y de esa forma cruzar al Guggenheim (otro museo) y caminar la 5ta avenida en sus sectores más reconocidos.
Partimos en metro entonces... bien feo y bien sucio, nada que no supiéramos antes, pero no es lo mismo que a uno se lo cuenten o verlo en la tele. Luego cruzamos el parque y llegamos al museo. A esas alturas las intenciones no eran recorrerlo, no teníamos tiempo ni valor... pero si al menos conocerlo por fuera. Luego cumplimos el último ítem del petitorio de la señorita Ica, que incluía tomar un helado de esos que venden en camiones, igual que en las películas!
Después, caminamos muuuuuchas cuadras para llegar al sector top de la 5ta avenida, con todos esos negocios de diseñadores, joyas, etc, que ni ganas dan de entrar a ver... too much. La verdad es que no son muchas cuadras, y seguramente las expectativas nuevamente nos hicieron esperar más cuadras y más negocios... pero igual eran hartas, y todo top...
Ya había pasado bastante del día, así que luego de almorzar muy tarde hicimos las compras de regalitos (los mínimos, sólo familia directa... creo que ya comenté que por respirar cobraban, verdad?) y nosotros todos por fin algo nos compramos, para recordar donde anduvimos no sólo por las fotos, jeje.
Así se nos fue el día, nuevamente comprobamos que después de las 6 de la tarde cuesta que pare un taxi, pero tuvimos algo de suerte y cuando ya nos habíamos resignado a caminar hasta el hotel (veníamos caminando desde la 90th y el hotel estaba en la 30th... aunque ya íbamos en la 48th!) paró un bendito taxi, con un chofer que para variar, hablaba menos inglés que nosotros.
Camino al aeropuerto nos dimos cuenta lo grande que era... y cuando ingresamos a la zona de embarque terminamos de comprobar lo brutos que son estos pobres gringos... tan cuadrados y poco flexibles, y miren quien lo dice. Hasta los zapatos nos tuvimos que sacar... me pregunto yo, qué tipo de cosas podría hacer un niño de 3 años con sus zapatos? Bueno, pero discutir eso y el traslado de líquidos, cremas y pasta de dientes en un bolso de mano con estos personajes era una pérdida de tiempo monumental... a sacarse los zapatos y a mandar el famoso bolsito de mano como maleta... total, ya nos veníamos de vuelta, sin novedades y con un cerro de recuerdos muy bonitos para todos.
Como le decía yo a mi pioja chica, si cuando yo me muera ella aún recuerda con mucho cariño estos viajes, entonces me doy por pagada....

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